Hace apenas unas semanas adelantábamos la noticia de lo que sería la docuserie que está preparando la seccional de Latinoamérica de National Geographic lleva por nombre BIOS y que verá la luz en noviembre de este año. En su segundo episodio Bios contará las anécdotas e historias íntimas nunca antes contadas del genio del rock en español. Hoy, 31 de agosto, salió el primer trailer del esperado recorrido por la vida de Gus y tiene, nada más y nada menos, un video casero que él mismo grabó.
Este capítulo contará con la participación de Javiera Mena que reconstruirá la vida de el ex soda a través de entrevistas a los hijos de Cerati, su ex esposa y otros amigos/familiares, según Rock and Pop. Como sabíamos tendrá apoyo gráfico inédito que dio la familia de Gus a la productora y en este preview se ve una grabación hecha por el astro musical donde capturó a su hijo Benito jugando en un patio por allá en 1994. Hoy el hijo de Cerati ya tiene 24 años y el ex soda tendría 59.
Aquí está el adelanto del BIOS: Gustavo Cerati:
Además del episodio de Cerati, habrán otros músicos latinoamericanos que harán parte de BIOS. El primer episodio de la serie reconstruirá la vida de Charly García y no hay certeza alguna de que el tercer capitulo sea el de Alex Lora, fundador de la banda mexicana El Tri, aunque sabemos que habrá un capítulo dedicado al cantante.
Del BIOS: Charly Garcia, también sacaron el primer trailer. Allí se ve al músico argentino en un ensayo o prueba de sonido como solo él podría ser: alterado, irreverente e inconforme. Además aparece en su estudio con Julieta Venegas y hay unas cortas palabras de agradecimiento de parte de uno de sus músicos que afirma “sin Charly no hubiéramos existido, estaríamos todos muertos”. En la entrega de Charly un joven cronista se le pegará a la espalda para descubrir cómo vive el músico argentino de 66 años.
La relación entre el futbol y la cultura del rock en Argentina casi siempre fue tensa. En parte porque le llevó mucho tiempo a los músicos del género concretar recitales en estadios de forma regular, lugares que hasta comenzada la década de los noventa solo eran patrimonio de la elite del rock nacional (Pappo, Spinetta,Charly). Durante el comienzo de la democracia, en un recital como el de la banda Riff en el estadio de Ferrocarril oeste, los productores tuvieron que abonar grandes sumas de dinero cuando intentaron cuidar al público de la policía local. Antes de esto, la única chance para la mayoría de los músicos de tocar en un estadio estaba relacionado con algún acto político, bailes de carnaval o de la primavera.
Pero más allá de los conciertos en estadios, la relación entre futbol y rock marcaba al futbol como el deporte popular por excelencia y al rock como a una música que perteneció durante mucho tiempo a un ghetto más reducido.
Tal es el caso de una banda como Manal, que salió de un círculo de músicos y gente de letras. Cuando la década menemista engendró a una nueva generación de rock chabón (Los Piojos, La Renga, etc.), entre la demagogia de algunos y el aire murguero de otros, crearon el contexto ideal para que las hinchadas de futbol se mimetizaran de forma irreversible con el público de los recitales de rock. El baterista y cantante de Manal, Javier Martinez, vociferó su disconformidad con la situación en uno de sus discos solistas: Basta de boludos.
Seguramente el delay entre la industria discográfica argentina a la hora de difundir el punk rock, y el mundial del 78 organizado por la dictadura militar, contribuyó a que la única canción en contra del futbol en manos del punk sea "Represión" de Los Violadores: "Futbol, asado y vino/ Son las costumbres del pueblo argentino" es tan chocante en su desprecio a la santa trinidad de la argentinidad que no necesita un adjetivo descalificativo, solo agrupar a las tres actividades y cantarlas con un desprecio inédito.
Es importante aclarar que aunque Flema no figure en la lista, los punks de Gerli no solo portaban un estilo tribunero de corte barrial dijo en una entrevista: "mi banda es la del Porve [el club de futbol argentino El Porvenir] , después tenemos un grupo". Por último, y si bien no refiere exactamente al punk, cabe mostrar la imagen del jugador black metalero darío dubois como una estampita que guie a la siguiente lista.
Los escoceses de Exploited siempre causaron cierto revuelo en sus visitas a Buenos Aires, más que nada intento de boicot de sus shows por su ideología de derecha, mientras que su sonido directo marcó un eslabón entre el punk y el metal. Filmaciones de vhs los muestran junto al periodista local el Ruso Verea en la tribuna de independiente contra un clásico contra Racing Club en el 94, todavía una época donde ir a uno recital punk suponía cierto grado de riesgo. Una de las causas bien podían ser "los obelos" un grupo de punks violentos, que según cuenta la leyenda fueron desalojados a los golpes y navajazos del lugar donde paraban, el obelisco porteño.
Bandas de punk futboleras como Die Toten Hosen crearon una relación especial con el público a base de visitas continuas al país, pero nunca llegaron a crear una fiebre épica, de cierto tinte futbolero, como cuando The Ramones llegaron al estadio de River en el barrio de Nuñez.
Los Violadores - "Represión"
Del disco homónimo a la banda de 1983, el estribillo "Futbol / Asado y vino / son los gustos del pueblo argentino" quedó tatuado en la memoria colectiva. Desde el principio, este hit de Los Violadores identifica al deporte como telón de fondo para el genocidio producto de la última dictadura militar. No es un ataque casual teniendo en cuenta el rol del mundial de 1978 y. si bien el primer disco de la banda es de 1983, es en esta canción donde se produce la principal objeción del punk a las costumbres argentinas, y apunta a la capacidad de evasión de la sociedad civil.
Attaque 77- "Sola en la cancha"
Editado por el mítico sello Radio Trípoli, que también sacó a Hermética y a Massacre cuando se llamaban Massacre Palestina, Dulce Navidad (1983) de Attaque 77 representó el ingreso del punk local a un público nuevo, que los conoció por una cortina televisiva, bien pegados al sonido ramonero que pronto llegaría a llenar estadios. El disco trae "Sola en la cancha", que incluyendo parte de un cantito de hinchadas en favor a Boca, provocaba peleas en los recitales. Attaque sacó un breve comunicado al respecto que repartían en los conciertos.
2 Minutos - "Sos botón"
Nuestro cop killer inoxidable, este clásico del disco Valentín Alsina de 1994 habla sobre un vecino del barrio que se hizo policía y "se olvidó de pelearse los domingos en la cancha". Plantados en la contratapa en la estación de tren Puente Alsina, 2 Minutos prometía una bala en la noche al botón de la canción. Tan infeccioso como su sucesor "Volvió la alegría vieja", su oda a la cerveza "Canción de amor" no habla de ningún deporte más que el de empinar el codo. "Sos botón" fue anterior a su equivalente de la cumbia villera, pero los dos ocupan el mismo lugar en el cancionero popular local anti yuta.
Comando Suicida - "Soy un barrabrava"
La primera banda skinhead local, Comando Suicida recurrió a la relación entre la música Oi! y los hooligans ingleses, para intentar escapar al público fascista que ellos mismos cultivaron. Dato curioso: Su primer EP tuvo la producción del guitarrista de Los Pericos, Juanchi Baleiron. Su cantante, Sergito Anticristo estuvo vinculado con el partido ultra nacionalista Pnosp, pero acá en este tema del disco Sentimiento Inexplicable (2004) volvió a hablar sobre la tribuna de su club, San Lorenzo de Almagro. Un testimonio de la esquizofrenia entre un nacionalismo intolerante y el homenaje hooligan.
Embajada Boliviana - "Se va"
Ok, este trata al futbol solo de forma tangencial y costumbrista, equiparando la cancha el domingo a la rutina laboral del lunes, pero qué buena excusa para nombrar a la mejor banda ramonera argentina oriunda de La Plata. Este tema es un power pop de temática tanguera y fue uno de los que eligió Ricky Espinosa para homenajear a los autores del disco Soñando locuras (1994), probablemente su mejor disco, el que tiene melodías más elaboradas desde las voces y la instrumentación.
Salvando las diferencias, buscaron elevar la canción ramonera al nivel Spector en este disco que los tiene dibujados en la tapa mirando la luna. Incluye la oda a la cocaína "Un montón" que dice: " La toman en la tribuna/ la toma el jugador/ la toma el dirigente/ el referí y el entrenador."
Continuamos con el ejercicio semanal de escoger un artista que haya lanzado un tema (ya sea en solitario o como parte de un EP o disco de larga en estos días) y lo ponemos como portada de la actualización semanal de nuestra playlist en Spotify, la cual reúne algunos de los mejores temas producidos en español en lo que va del año. Para la última semana de agosto, escogimos a Niños del Cerro quienes están estrenando el disco Lance, el polo opuesto del disco que catapultó a esta banda chilena hace tres años, Nonato Coo.
El tema que da título al disco tal vez sea el más ambicioso en su carrera y el primero de ocho minutos que metemos a nuestra playlist. Sobre él, la banda nos dijo en el track x track que les hicimos ayer: Con el pretexto de hacer una canción pop nos encaminamos a lo más ambicioso que hemos hecho. Un largo pasaje de ruido que puede ser interpretado como le plazca al escucha, una decisión tomada con el ánimo de desafiar al oyente y por consecuencia, a nosotros mismos: es un tema que nos demanda energía y concentración, por eso mismo resulta muy entretenido de tocar.
Con el paso del tiempo hemos ido interiorizando las muchas dinámicas y dimensiones dentro del ruido, y cada vez lo entendemos un poco más y su resultado se vuelve más placentero para todos. Más allá de esta sección el tema muta. Diego, quien viene de la electrónica, dispara un loop de piano, cambiando con ello la progresión de acordes, abriéndonos de lleno al primer gran solo de guitarra del disco, que bebe fuertemente del trabajo de Gato Alquinta, así como con algunos tropiezos de Yo La Tengo.
Dale play abajo a nuestras nuevas canciones y checa después cuáles fueron las que agregamos.
Niños del Cerro - “Lance" Eptos Uno - “Desde ayer” Ha$lopablito - “Tm Everywhere" Coko Yamasaki - “Déjà vu" LOUTA - “TODOS CON EL CELU" Phyzh Eye - “Buscando la manera" Ramona - “Miles y millones Juniors del Gueto - “Sueños, Misterios y Secretos" Noah Pino Palo - “Polvos Blancos" Lyp. -“ Vabron" Negrø y Las Nieves de Enero - “Morena" Marrón - “No other place" Ramón Amezcua - “Aries"
Franco Genel alias Tino el Pingüino alias El Cocijo es indiscutiblemente el MC en activo más importante nacido en la basta y esquizofrénica Ciudad de México, una de las paradas obligadas para cualquier rapero en español, con uno de los públicos más diversos y entregados del continente y un capital lo suficientemente grande como para que todos quepan en la plaza. Y bueno, aquí Tino juega de local y aunque de Bejo a Akapellah, de C. Tangana a Alika, todos los raperos se van de sus shows en DF con una amplia sonrisa de satisfacción (y regresan una y otra vez por más), no existe otra relación con el público capitalino como la que tiene Tino, y no solo es por la convocatoria, sino por ser una ceremonia especial que marca pertenencia, un fenómeno que reúne a aquellos que solo conocemos flores crecidas entre coches que están entre más coches, los chilangos.
Este viernes 7 de septiembre, Franco tiene uno de los conciertos más importantes de su carrera, en el Auditorio Blackberry, para presentar formalmente Diarquía, que por lo que entendemos son estos dos temas que publicó en su canal de YouTube el sábado primero de septiembre, y que son dos de los más representativos en el universo conceptual que ha estado construyendo desde que publicó "Carita de Sílfide" el año pasado y que tendrá su conclusión en Oslo, su próximo álbum a estrenarse en invierno.
El gesto más claro de lo que son "Época" y "Evoca" es que la letra de ambas canciones no cupo en el espacio que te da YouTube para describir tu video; en ambos casos, Tino tuvo que fijar un comentario con el resto de la extensa e intrincada letra. Más de siete minutos de rap en plena forma, con varios tipos de flows, imágenes insuperables, un discurso con muchas capas, la personalidad única de Franco asomándose a cada verso, y una exigencia rigurosa hacia el escucha. En muchos sentidos, este par de temas que profundizan en el discurso romántico de Tino, parecen el paso a una mayoría de edad artística, y terminan por demostrar por qué tiene el papel protagónico que tiene en la música independiente mexicana actual.
Ambos temas fueron producidos por Aku & Mezcalibur y editados y mezclados por Ferdinand González. Si aún no tienes tu boleto para ir a uno de los conciertos del año, dale click aquí. Mientras escucha abajo los dos nuevos temas de Tino, que es como ver una serie en Netflix pero con tu imaginación, que sí, sabemos que está medio noventero el concepto, pero escúchalas por Dios, te va a gustar.
Luego de paralizar el planeta con el anuncio de un nuevo álbum de estudio, la reina de reinas Sade ha vuelto a irrumpir las redes con la noticia de una nueva canción en la lista de espera. Luego de contribuir a la película A Wrinkle In Time, de la directora Ava DuVernay, con el tema "Flower Of The Universe", la banda británica ha grabado otra canción para el nuevo filme Widows de Steve McQueen, director de 12 años de esclavitud.
Titulada “The Big Unknown”, la canción acompañará los créditos finales de la película, la cual es una adaptación de una serie británica emitida durante la década de los ochenta. "Fue un honor trabajar con toda una leyenda. Sade es un talento incomparable y una artista increíble que rara vez saca material nuevo, pero afortunadamente la serie original de Widows tuvo un gran impacto en ella", contó McQueen en una entrevista con Los Angeles Times.
Widows cuenta con la participación de actores como Viola Davis, Michelle Rodríguez, Colin Farrell, Daniel Kaluuya y Robert Duvall, y saldrá el 16 de noviembre en los Estados Unidos. Mira el trailer del filme a continuación:
Mike Patton sigue dando muestras de hiperactividad. Desde que terminó la gira de presentación del último disco de Faith No More Sol Invictus a finales de 2015, el ultra versátil vocalista se ha embarcado en una cantidad llamativa de proyectos dispares. Lanzó un disco de pop delirante con Nevermen, se lastimó las amígdalas experimentando con John Zorn, puso su corazón a 200 latidos por minuto con Dead Cross y se vistió de elegante anfitrión a su gala junto al pianista Uri Caine, para su sutil espectáculo Forgotten Songs, por no mencionar varias colaboraciones y soundtracks para cine. A estas alturas del 2018, aún cabía lugar para un desafío más: reunir a Mondo Cane y salir al ruedo en una gira exclusiva que pasará por Buenos Aires (6 de Septiembre, Teatro Gran Rex) y por su feudo particular, Santiago de Chile (8, 9 y 10 de Septiembre, Teatro Coliseo).
Mondo Cane es el proyecto que Patton “craneó” mientras vivía en Italia. Espantado por la música actual italiana, se refugió en lo que llamó “las radios AM de viejos”, que día a día soltaban un notable repertorio de la era de oro del pop italiano. Allí Patton resaltó sus ojos y endulzó sus oídos con esas melodías cardíacas y aquellos arreglos enrevesados de las canciones interpretadas por clásicos como Mina, Adriano Celentano, Gianni Morandi y Ennio Morricone, entre otros. Su mente inquieta y constantemente ávida de novedades no pudo resistirse a pensar en versionar los clásicos de aquella era, y luego de una propuesta de un amigo suyo de Bologna, en 2006 acompañado de orquestas de hasta 50 músicos, Patton debutó el proyecto.
Algunos de los escenarios para estos curiosos eventos fueron las plazas de los pueblos, donde en verano se celebran las fiestas locales. “Fue bizarro, muy. Hacía mucho calor ¿Qué hace la gente en ese momento? Sale de la casa porque no aguanta el calor, va a la plaza y siempre hay una banda mierdosa tocando allí. Con suerte así son las cosas. Bien, nosotros éramos esa banda de mierda a la que todo el mundo escucha: niños pequeños, señoras mayores, familias enteras”, me contó Patton en una entrevista para el diario Clarín hace unos años.
En 2010 Mondo Cane lanzó su primer disco, basado en un show –muy popular en YouTube- en el Paradiso de Amsterdam, en 2008. La gira presentación del disco incluyó algunos shows alrededor del mundo y la formación del grupo comenzó a asentarse con Scott Amendola (Nels Cline, Madeleyne Peiroux, Bill Frisell) en la batería, William Winant (Mr. Bungle, John Zorn, Frank Zappa) en percusión, el gurú del theremin Vicenzo Vasi o el prestigioso director de orquesta, arreglador y productor argentino Cheche Alara.
Para que un show de Mondo Cane suceda, se necesitan tres verticales: la estadounidense que incluye a Patton y algunos de sus colaboradores residentes en EEUU; la italiana, que sería la de los expertos, quienes tocan esta música con la misma naturalidad que pueden sacar unos tagliatelle perfectamente al dente; y también está el ensamble de cuerdas local que en cada parada del tour es diferente.
El responsable de transmitir las intenciones de Patton al resto de la banda es Cheche Alara, una joya oculta forjada y pulida en el país del Cono Sur que entrega su brillo en los estudios y escenarios de medio mundo. Ha trabajado con Caetano Veloso, Stevie Wonder, John Legend, Carlos Santana, Alicia Keys, Natalia Lafourcade y un sobrecogedor etcétera, además de ser uno de los más buscados a la hora de conducir ensambles para los late shows más populares de los States e incluso de la ceremonia de los Grammy.
Sobre su trabajo, su compañero Scott Amendola es contundente: “Cheche encarna el concepto de 'banda'. Él es el pegamento que hace que todo cohesione. En Mondo Cane, él entiende completamente lo que Mike busca y lo ayuda a llevarlo al más alto nivel. Extremadamente talentoso, y totalmente conectado a todos. ¡También es un hijo de puta muy gracioso! La alegría se filtra por cada poro de su cuerpo. Grabé una pieza orquestal en 2015 llamada 'Fade To Orange'. Necesitaba un director, alguien que no solo me entendiera, sino que entendiera el alcance de la pieza y el proyecto. Cheche ayudó enormemente a hacerla realidad”.
En un hueco en la producción de un trabajo para la cadena estadounidense NBC, Cheche atendió la llamada de Noisey con la energía que lo caracteriza, maximizada por el entusiasmo de esta gira venidera: “Siempre con este show las expectativas son enormes. Es un placer salir de gira, lo pasamos muy bien. La convocatoria de los músicos siempre es eufórica. Para mí en particular tocar en Buenos Aires tiene una cuota de felicidad extra porque es mi casa. Teniendo en cuenta que vivo en EEUU desde 1992 y la cantidad de shows que hice, he tocado muy poco en mi país, lamentablemente”. Checa el resto de nuestra charla con Cheche a continuación.
Cheche Alara
NOISEY: ¿Cómo recuerdas la primera gira por Sudamérica? Cheche Alara: Fue genial. Nos dimos gustos por todos lados. El primer show fue en Buenos Aires; como decía, para mí fue muy especial. Allí nos dimos cuenta lo intenso que era hacer esto con un solo día de ensayo. A la sección de cuerdas los conocí 24 horas antes del show en plan “Buenas, mucho gusto ¡Por favor toquen bien!” [risas]. En Chile es increíble lo que pasa con Mike, el público es impresionante. Una energía única. Y en Rio de Janeiro hicimos Rock In Rio. Nos sentíamos sapos de otro pozo a pesar de estar en el escenario que tenía la propuesta más variada, pero fue increíble también. Y lo mejor fue que la sección de cuerdas local era de una escuela llamada Heliópolis, que trabaja con chicos que vienen de favelas, gente con historias muy fuertes. Tocaron increíblemente. Fue muy emotivo, nos contagiaron la energía.
Con otras secciones de cuerdas nos pasa que llegan y creen que van a tocar baladas pop normalitas y a los diez minutos están en plan “¿¡QUÉ ES ESTO?!” [risas]. Porque entre otras cosas, no sólo tocan sino que participan con gritos, efectos, etc. Hay que hacerles la charla técnica previa y esperar que la reciban bien. Cada sección de cuerdas de cada lugar nos dio un resultado totalmente distinto al otro. El show cambia: el grupo más grande que está en escena son ellos, no es la banda. Tocan todos exactamente las mismas notas, pero la interpretación siempre varía. Hay que buscar la expresión que deseamos dentro de la rigurosidad de las partituras. Incluso hay canciones muy distintas entre sí. “Senza Fine” tiene un mundo de diferencia con “Urlo Negro”, por ejemplo.
Mondo Cane no es un show donde simplemente tengas que tocar: tienes que dar un nivel de compromiso muy serio.
¿Qué puedes adelantar de estos shows? Porque no hubo ningún disco nuevo desde 2010. Hemos hecho muchos shows con Mondo Cane y nunca ha habido dos iguales. Aunque el repertorio y el setlist sea el mismo –esta vez habrá novedades y sorpresas-, la performance de cada noche es muy diferente. El hecho de que la sección de cuerdas sea local en cada lugar donde tocamos, hace que exista una fusión particular que, en el caso de Buenos Aires, se dará esa noche y nunca más. 48 horas después será distinto en Santiago. Intentaremos sacarle el jugo a cada noche.
El grupo que se armó es un dream team. Es súper interesante juntar los tres grupos de trabajo: los que vamos de EEUU, los que llegan de Italia y los que se incorporan en las distintas paradas del tour. Esta condición le da mucha frescura al show, son momentos únicos y posiblemente irrepetibles.
Mondo Cane en acción
Es aquí y ahora. Claro. Y una particularidad que tiene este show es que musicalmente hay cosas muy complicadas de hacer, sobre todo con solo un ensayo previo. No hay ningún tipo de “red” de salvación en esto, estamos en vivo con la orquesta. Conlleva un nivel de concentración súper intenso. Se supone que es un show de “pop”, pero pop de los años 50 y 60 en Italia, que fue una época absolutamente experimental. Me atrevo a decir que fue el momento donde más se empujaron los límites del pop, pre psicodelia, ¿no?
Patton me comentó que eso fue lo que lo enamoró de esta música: que sea lo que sonaba en las radios “de viejos” de Italia y que sean tan espectacular. Exacto. Lo que me atrajo a mí fue la curiosidad. Uno asocia el pop con algo muy superficial o fácil de digerir; más que nada por el estado del pop que nos tocó en estas últimas décadas. Lo que pasaba un poco en Italia es que intentaban emular lo que sucedía musicalmente en EEUU pero lo hacían “sin control”. Por suerte nadie supervisaba esas producciones y allí aparecía el punto experimental y divagante. Arreglos, composiciones y armonías delirantes. Las orquestaciones son muy intensas. Fue un movimiento musical único.
El temperamento y la pasión “tana” llevaron las cosas a otro nivel. Sí, más allá de la música, aquella fue una circunstancia en la que el cine y cultura en general estaban en un momento excepcional. El cine de esa época de Italia sigue siendo un pilar de influencia enorme hasta hoy en día. Es muy interesante lo que pasó ahí. Está buenísimo traducir esa energía al espectáculo en vivo, es un tipo de show que no sucede todos los días. Es un espectáculo raro, porque tampoco es un tributo. Estamos tocando ese repertorio pero bajo la lupa de Mike. Es una fusión del pasado y los cuatro siglos adelantados que está Mike [risas].
Y supongo que al compartir el escenario con alguien tan pasional como Patton, a esa musicalidad de concentración absoluta que deben tener, también tendrán que sumar sangre y entrega a tope, ¿no? Por supuesto. Creo que eso es tal vez lo que más me gusta de hacer música juntos. Hay una actitud de salir a la batalla, pero no en sentido deportivo. Esto es arte. Pero pararse en este escenario, sabiendo que será difícil, que hay muchas partes complicadas… Ahí es donde hay que demostrar. Antes de salir a hacer este show, en los camerinos hay mucho enfoque, mucha partitura, consultas. En ese sentido, tiene un approach más bien formal, porque hay elementos de música clásica o de jazz, pero el resultado no es eso. Es un show complejo de hacer pero que da muchas satisfacciones.
¿Cómo fue el primer contacto con Mike? Cuando me llamó por primera vez, tuvo un tono muy formal: “Necesito un director, un maestro, bla, bla, bla.” ¡Todo fluyó cuando le confesé que soy muy fan de Mr. Bungle! [risas]. Se sorprendió mucho y fue genial porque este proyecto necesita de un director en sí, pero más de alguien que entienda y conozca el mundo de Mike. No es un disco de covers que los hace un cantante normal, es Mike. Y él, haga lo que haga, tiene una profundidad artística del carajo y eso hay que acompañarlo.
¿Te gustan los discos solistas ruidosos y experimentales de él? ¿Cómo lees ese costado de Patton? Con profunda admiración. Me pasa con muy poca gente que aparte de tener una amistad, coincido con muchos conceptos artísticos. Me parece uno de los artistas más necesarios de las últimas décadas. Mike es muy necesario por todos sus proyectos. Las cosas que hace para cine, Mr. Bungle, Tomahawk, sus colaboraciones con John Zorn, todo es impresionante y muy diferente entre sí. Es un genio. No hay chiste en esto.
Aprendí mucho de él.
Doy fe que Patton da unos ensayos y pruebas de sonido que nada tienen que envidiarle a un show en vivo en cuanto a la entrega y el compromiso. Pareciera ser el típico jefe al que no se le puede reclamar que te pida algo porque él también lo hizo o lo sabe hacer. Diste en el clavo. Totalmente. Salvando las distancias, yo soy igual. En cualquier momento que estamos haciendo música, la intensidad es la misma. Hay muchos artistas que “marcan” los shows. Gente que no se quiere cansar la voz, que prefiere no cantar las notas agudas, incluso lo hacen músicos muy buenos, muy respetables. Mike es todo lo contrario. Es un líder que inspira a su grupo. Está predicando con el ejemplo. Pone huevos y no es algo sutil, te das cuenta si o si (risas). Esa energía que trae, contagia.
Me contabas que fuiste a ver la banda hard core de Patton Dead Cross y te gustó mucho. ¿Hay más grupos de ese tipo de música que te gusten? Para bien o para mal, a mi me gusta la música. No me fijo en los estilos. Me parece muy piola no clavarnos en esas cuestiones. Hay mucha gente identificada con esa “disputa”: “si te gusta esto, no te puede gustar esto”. Es una lástima. Supuestamente si eres fan de Mike, eres ecléctico. Me preocupa que esto exista.
¿Estas cuestiones aparecen mucho en tu ambiente de trabajo? Aparece bastante más de lo que me gustaría. Incluso con gente que crees que no estaría en eso. Me saca de las casillas.
Para forjar una carrera como la tuya ¿cuánto hace falta de talento natural y cuanto de esfuerzo y capacitación? [Duda. Tarda en responder, como acomodando ideas]. En mi opinión, lo que hacemos es algo muy primitivo, muy de base, de instinto. La música, el arte en general es algo que sale muy de adentro de uno. La formación musical te puede ayudar a tener más elementos, a través de ella intentamos comunicar y explicar lo que se viene haciendo hasta este momento. Si alguien tiene talento natural, es posible que la formación lo ayude, en caso contrario… es raro. Yo tuve mucha formación tradicional como músico, fui a Berklee, tengo mis masters, pero cuando estoy en el escenario ¡es como si no hubiese estudiado nada! Hay muchas cosas que estudié y me las olvidé [risas]. El estudio de música son reglas que se pusieron a través de la historia para enseñar cuestiones que no vienen de las reglas.
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Mondo Cane se presenta en Buenos Aires este 6 de septiembre en el Teatro Gran Rex y el 8, 9 y 10 de septiembre en el Teatro Coliseo en Santiago de Chile.
El pasado sábado, primero de septiembre, la banda irlandesa U2 se encontraba en Berlín, Alemania, para una fecha de su gira eXPERIENCE + iNNOCENCE. A los pocos minutos de haber iniciado la presentación, y después haber tocado “Beautiful Day”, Bono, vocalista de la agrupación, pidió silencio a sus compañeros para decir algo. “Antes de salir del backstage estaba en perfectas condiciones, pero algo pasó (...) creo que no podemos seguir”, fue lo que dijo el cantante de U2 tras haber mostrado ahogo y pérdida de su voz durante la canción.
Aunque Bono pidió 10 minutos para recuperarse, la banda no pudo retomar su presentación y al día siguiente publicaron un comunicado en su página donde The Edge, Adam Clayton y Larry Mullen, los otros integrantes de U2, pedían disculpas e informaban que Bono ya estaba en revisión médica. El domingo 3 de septiembre, a través del mismo medio, el vocalista irlandés publicó un mensaje diciendo que ya había visitado un doctor, que estaba bien y listo para verlos de nuevo el 13 de noviembre.
Entre algunos mensajes de apoyo a la banda por el problema se destacan el de la Mercedes-Benz Arena, escenario donde se llevaba a cabo el concierto, y el de Ashley Judd, actriz estadounidense que por los noventa fue muy famosa en películas como Besos que Matan y Tiempo de Matar. No hay que olvidar que Bono ha sido una figura bastante controvertida a través de los años, como también su banda entera. Si no tienes motivo alguno aún para pensar en que la banda deba detenerse, puedes revisar las 10 cosas que odiamos de U2.
¿Será que es momento de que la banda de cincuentones pare? No lo sabemos, pero lo queremos.
A un año del lanzamiento de su EP debut, Loverdose, Valentina Moretti regresa junto a Emilio Acevedo––Sonido Lasser––con un nuevo sencillo titulado "Roller Derby Girls", cuyo video ya está circulando en redes sociales de hace algunas semanas.
Con luces neón y con altas dosis de synth pop, la DJ, productora y gamer hace homenaje en 4 minutos al legado estético y musical ochentero con un track que te invita a sacar tus patines e irte a rodar por la pista de baile.
Esta colaboración entre Acevedo y Moretti nos tomó por sorpresa, pero sin duda ha dado resultados jugosamente rítmicos. Puedes ver el video a continuación:
Este artículo fue publicado originalmente en i-D US.
Si ves en vivo uno de los DJ sets de Peggy Gou, es probable que veas a sus fanáticos agitando jirafas gigantes, sus zapatos o incluso banderas coreanas entre la multitud. Nombrada como "la DJ más querida en la tierra" por Fader, todavía no está segura de cómo consiguió seguidores tan dedicados y con una variedad tan aleatoria de ofrendas. Ella, sin embargo, tiene la intención de seguir surfeando la ola de apoyo lanzando un sello de música a finales de este año, al igual que una línea de ropa para el próximo año.
Gou comenzó a mezclar y producir mientras estudiaba en el London College of Fashion, pero no fue sino hasta hace cuatro años, cuando se mudó a Berlín, que decidió centrarse en todo el cuento electrónico. En 2016, Gou anunció en una entrevista que se propuso convertirse en una DJ con un objetivo principal: ser la coreana más joven y primera artista en tocar en Berghain, el club más exclusivo de Berlín. A finales de ese año, logró dicho objetivo, publicando a su vez cuatro EPs.
Desde entonces, la artista de 28 años ha seguido acrecentando su imagen de culto con sus mezclas eclécticas. Tocó en más de cien eventos a lo largo de 2017 y se ha presentado junto a nombres como Moodymann, The Black Madonna, Jackmaster y DJ Koze. Este año también ha sido igualmente agitado para Gou. Lanzó en marzo su EP, Once, tocó en Coachella en abril y tiene una lista de fechas para su gira de 2018 donde toca casi que en un país diferente cada noche.
Logramos atrapar a Gou en uno de sus viajes a Nueva York, donde tocaría en Brooklyn en la fiesta de lanzamiento para las campañas "Live Boldly" y "Lash Loudly" de Revlon. "Estoy aquí solo por 24 horas", dice ella. "Me desperté confundida como, '¿estoy en Nueva York?'".
Después de esa noche, se dirigía a Croacia para tocar en el Sonus Festival y luego de vuelta a Berlín, donde está radicada. "Si soy sincera contigo, digo que amo Berlín porque no estoy allí todo el tiempo", dice. "Si quieres vivir en Berlín, tienes que irte, si eso tiene sentido".
Antes de mudarse a Berlín, la capital no oficial de techno en Europa, Gou vivió en Londres durante 12 años, trabajando como la editora corresponsal londinense para Harper's BAZAAR Corea después de sus estudios. Cuando tenía 14 años se mudó de Incheon, Corea del Sur, donde todavía viaja a menudo. "Voy a ir el mes que viene para algunos eventos y un festival. Además, ya he estado allí dos veces este año", dice Gou.
Su herencia coreana es algo que ha aprendido a apreciar cada vez más. Este año, incluyó su voz por primera vez en su track "Han Jan" y eligió cantar en coreano, en lugar de inglés. "Lo estaba intentando en diferentes idiomas. Pero luego pensé, ¿por qué no en coreano?", confiesa. "Fui un poco tímida al respecto, pero estoy muy contenta de haberlo hecho. Estoy orgullosa de ser coreana y muchos asiáticos asisten a mis presentaciones. Cada vez que los veo, soy como 'sí, hermanos', '¡sí hermanas!'".
Una persona trajo una bandera coreana a su show y ella, sin pensarlo dos veces, publicó la foto en su Instagram. Luego dijo que lo "último" de sus fanáticos era llevar banderas coreanas a sus shows. Ella habla con orgullo acerca de representar a la mujer asiática en la categoría de música electrónica, una categoría que tiene mucho camino por recorrer para alcanzar la igualdad de género. "Creo que las mujeres asiáticas tienen esta cosa que es como 'ella es asiática, yo soy asiática'", dice. "Cada que recibo ese apoyo asiático creo que es muy valioso. Son como 'rómpela, hermana'".
Pero las banderas coreanas no son los únicos accesorios que la gente trae a un set de Peggy Gou. Desde un incidente en Glastonbury, sus fanáticos continuaron levantando sus zapatos para gritar "Peggy Gou, Peggy shoe", mientras ella se presenta. "Al comienzo pensé '¿qué está pasando?'", asegura mientras se ríe. "Todavía no sé cómo sucedió, pero ahora, a donde quiera que vaya, la gente me dice 'Hola' con sus zapatos. Al parecer, algunas personas piensan que "shoe" es la única palabra que se parece a Gou".
Luego están las jirafas. Pero ella tiene más clara la idea de por qué a los fanáticos les gusta llevar juguetes y recortes de jirafa a sus fiestas. "Soy muy hiperactiva y las jirafas me recuerdan que me debo calmar", dice Gou. "Ellas me hacen feliz. Son simplemente bellas criaturas con cuello y pestañas largas y lengua morada". Su obsesión comenzó cuando era más joven y mutó en una jirafa de dos metros en su casa, se hizo un enorme tatuaje de jirafa en su pierna y luego de "miles" de jirafas que le han regalado en todo el mundo. Algo que ella dice que ha sucedido en todas partes a donde fue después de que su agente puso jirafas en sus requerimientos como DJ.
Así que no es para nada extraño que su marca de ropa, que se lanzará el próximo año, se llame Kirin, que significa jirafa en coreano. Si bien ella siempre ha estado interesada en la moda, el chispazo inicial se dio el año pasado cuando fue bookeada para un evento de Off White. Después de esa noche, New Guards Group (NGG), la productora de moda de Off White, se reunió con ella y le pidió que creara una marca que consistiera en prendas que ella usaría. Se lanzará como una línea streetwear de gama alta para mujeres, pero se convertirá en unisex en el futuro.
Pero ella no siempre ha estado orgullosa de su estilo ecléctico. "Cuando empecé a tocar, quería lucir lo más seria posible", dice Gou. "Solía vestirme solo con una camiseta blanca y un jean, pero ahora sé que la moda es una parte de mí". Para el evento de Revlon, Gou llevaba un vestido enterizo con botones, algo que ella por lo general no usaría, "pero debería".
También estaba súper emocionada de ser parte de un evento de belleza. En palabras de Gou, el maquillaje y ella "no se pueden separar". "Mucha gente me pregunta qué hago antes de mis sesiones", dice ella. "Preparo mi música, pero también tengo que prepararme la cara". Acababa de hacerse un tatuaje en el evento, para agregar a sus "otros 50". Era un fósforo pequeño en su brazo y estaba ansiosa por mostrármelo. "Mis padres solían odiar mis tatuajes, pero ahora han dejado de contarlos", afirma.
El estilo característico de Gou tanto en sus atuendos como en su música es lo que atrae a sus seguidores. Después de hablar durante un minuto con ella, en primer lugar, deseas regalarle una jirafa, e inmediatamente después, deseas reproducir su música sin parar. Sin esfuerzo alguno, ella establece tendencias simplemente siendo auténtica, abrazando su herencia coreana, amando a las jirafas y a sus peculiaridades. Ella también es hilarantemente directa. Describe presentarse en Coachella este año como algo "increíble" pero también más "lujoso" que cualquier festival en el que haya estado y con un "ambiente familiar". Luego me cuenta sobre el buffet en el área VIP, que le encantó, pero se decepcionó cuando descubrió que solo podía pasar una vez.
Esta energía magnética será la que seguirá atrayendo una devota cantidad de fanáticos para todo lo que hace Gou. Junto con el lanzamiento de Kirin el próximo año, también insinúa que lanzará su propio sello mucho antes. Su nombre, "Gudu", significa zapatos en coreano, pero también es un juego de "Gou do" o, en sus palabras, "Peggy Gou hace". "Me di cuenta de que quería ser mi propio jefa con mi propia música", dice. "Al principio quería tener solo mi música, pero ahora creo que a la gente le gustaría saber qué tipo de artistas apoyo".
Ella busca apoyar a artistas asiáticos y darles la oportunidad de tocar en eventos fuera de su país. Pero también está abierta a artistas de cualquier género. "La música es música, así que si me gusta, estás fichada", confiesa riéndose. "Si me gusta, eso es todo".
Peggy Gou probablemente viajará a un festival cerca de ti, así que no te olvides de arrojarle una jirafa. Lo más probable es que todos estemos vistiendo su ropa y escuchando a los artistas de su sello en un futuro bastante cercano.
Los álbumes de house o techno no suelen apartarse mucho más allá del nicho que los comprende. El segmento de los álbumes de música electrónica suele estar dominado siempre por el eclecticismo, además de una muestra de sonidos novedosa y quizá extraña para la gran masa. Aphex Twin, DJ Shadow, UNKLE, Burial, The KLF, Motorbass, entre otros, han alcanzado un notorio reconocimiento por sus trabajos en largo o selecciones trascendentales a nivel electrónico, estando casi al mismo nivel de composiciones propias de la música popular. También existen casos aislados como los de Daft Punk, LCD Soundsystem o Bjork, donde hasta cierto punto fueron la alternatividad dentro del gran mundillo de la música anglo.
Y es en la década del 2000 donde un alemán, nacido bajo el cobijo de la cortina de hierro y la Alemania Democrática, saca a la luz uno de esos álbumes que se opone a la premisa del párrafo anterior, un álbum netamente de techno. Lleno de influencias y evocando un pasado cargado de nostalgia, este LP sería el soporte de una corriente nueva en este género, bajo un sello naciente: Ostgut Ton, y el sonido de un club que recién se posicionaba: Berghain.
Hardgroove, electroclash y mucho minimal –tal vez demasiado–, fue el marco del techno entre el 2000 y 2010. Muchos sellos de gran relevancia parecieron afincarse: Tresor, Gigolo, Kompakt y Drumcode le dieron todo el gusto a sus fieles seguidores, pero el house y el techno no ganaban grandilocuencia a nivel de crítica musical salvo ciertas excepciones. Una de esas excepciones, sin duda, fue Shedding The Past, a cargo de Shed, lanzado el primero de septiembre de 2008. Álbum que marcó una inflexión, un nuevo punto de referencia en torno a esto del techno.
René Pawlowitz, o Shed, Wax, EQD, Head High o un montón de alias más, empezó lanzando algunas producciones para un sello de tradición como el holandés Delsin, mientras también se abanderaba de la necesaria autogestión con su sello Subsolo. El gran salto vino a finales de la década con Shedding The Past, un álbum que irrumpía en un océano de minimal techno para todos los gustos. Hawtin se jactaba del éxito de la música digital, de su burbuja con M_nus, mientras Ben Sims maldecía esa moda que parecía eterna. En una entrevista con Little White Earbuds, Shed se refiere al nombre del álbum como un simple relacionamiento de su nombre artístico para el título del mismo, que en sí no es más que una compilación de sencillos grabados para Ostgut después de haber hecho un sencillo para el Berghain 02 de Marcel Dettmann. Pero el resultado fue grandioso.
Techno fundido con melancolía hacia referencias del pasado, con breaks, ambient, rave y rastros de un bombo noventero que le hacía falta a la década para sacudirse. Quizás los álbumes de nombres como Burial, Zomby o Flying Lotus estaban diseñados para momentos más contemplativos, pero este, por su parte, era para bailar y contemplar a la vez. Tracks como “Another Wedged Chicken” rememoran un compás de techno pretérito, añorando otros días; “Slow Motion Replay” presenta unos deliciosos breaks enmarcados en una pista cercana al chillout; “ITHAW” y el percusivo deje del dub techno a pleno; y “Sweep Dreams”, un “dreamy” crescendo de techno melódico. Toda una paleta de sonidos que brindaba una sensación de libertad y alternancia al tedio de la tendencia minimalera.
Mas allá de su contenido como pieza musical, fue el primer álbum de techno de un sello que ha definido un sonido de club hasta estos días. Ostgut Ton y Berghain presentaron esta magnifica carta al circuito de la música under y ello permitió afianzar un nombre, permitiendo que artistas como Marcel Dettmann, Ben Klock, Len Faki o Steffi sean hoy estrellas por el lugar donde empezaron a emerger.
Más allá del rigor al escribir, puedo decir que este disco también es especial por la forma en que llegó a mí. Por ejemplo, Lifestyles Of The Latop Café, de The Other People Place, o Dimension Intrusion de F.U.S.E., son álbumes que aprecio muchísimo, pero que me llegaron mucho tiempo después de ser lanzados. Shedding The Past llegó a mí cuando era miembro activo de blogs, foros y descargas. El mismo mes que fue lanzado lo obtuve a través de esos gestores directos de descargas –con algo de vergüenza lo admito– y se quedó para siempre como una especie de “piedra angular” de mi vida. Para alguien que más que el clubbing y las rutinas de fiesta, quiere escuchar algo bueno y nutrir su gusto a partir de estos artistas llenos de creatividad y que desafían lo establecido, Shedding The Past se convirtió en una obra invaluable y que nunca deja de sorprender. Una visión atemporal de la verdadera música techno, como se afirma al final de "Waved Mind + Archived Document".
Tyler Gregory Okonma, o mejor Tyler, the Creator, ha vuelto a compartir una nueva canción. Sí, otra más… Esta vez se trata de una versión instrumental titulada "PUFF", la cual sirvió como base para el tema "Blow My Load" incluido en su álbum de 2015, Cherry Bomb. Esta versión extendida, todo un oasis lo-fi de sintes a la Odd Future, da créditos a un tal "gap tooth t" en los teclados, y cierra con una pequeña parodia radial de Golf Radio.
Hay que decirlo: esta exquisita instrumental es todo lo que necesitas escuchar en este momento. Gracias, Tyler.
Hace un tiempo Kanye West tuvo una entrevista en el programa Jimmy Kimmel Live! donde le preguntaron si su percepción de las mujeres había cambiado desde el nacimiento de sus hijas. El rapero estadounidense, que en su discografía tiene temas como “Famous” y “Stronger”, le respondió al presentador “nah, todavía visito Pornhub”, refiriéndose al sitio de pornografía más visto en todo el mundo. De hecho, West prosiguió a comentarle a Kimmel sus categorías favoritas entre las que figuraban, “black” y “black on white”.
Justo después del programa, según TMZ, Pornhub contactó al rapero para darle una suscripción premium vitalicia y Blacked.com, una productora de contenido para adultos, le propuso la dirección de una escena.
Hoy los coqueteos entre Pornhub y Kanye West parecen ir muy bien según el portal Page Six. El sitio web le ha propuesto la dirección creativa de los primeros premios Pornhub que serán el próximo jueves 6 de agosto, pero aún no hay un contrato listo, ni nada confirmado. La ceremonia será llevada a cabo en el Belasco Theatre de Los Ángeles, California, con Asa Akira, actriz porno, como host y podrá verse en formato realidad virtual a través del sitio web.
Ya veremos cómo sale la ceremonia para ver si Kanye West la dirige. ¿Ustedes también o les da pena?
Que Gerard Alegre me reciba en su estudio, ya que ahí es dónde va a pasar la mayor parte del día, es sin duda una buena señal. Significa que dentro de la cabecina del líder de El Último Vecino hay algo ocurriendo, que los engranajes se mueven. Y vaya que lo hacen. Dos años después del aclamado Voces, y un par después de catapultar toda Barcelona y medio mundo a la pista de baile con su disco debut, El Último Vecino han vuelto al ruedo con Parte Primera, seis nuevas canciones que vieron la luz en marzo de este año.
También acaban de terminar una pequeña gira española en la que colgaron más de un sold-out, en febrero viajaron a Colombia por primera vez y luego abrieron la segunda jornada del Primavera Sound. Pero no terminó ahí. “Cuando te vayas”, me confesó Gerard durante nuestra charla, “vendrá un productor, que aún no puedo decir quién es, a echarme una mano con algunas canciones.” Parecer que tenemos pop para rato.
En la música de El Último Vecino se respira un inconfundible aire retro. Los célebres bailoteos a lo Ian Curtis de su frontman acompañan canciones que no tienen problema en hacer gala de su espíritu ochentero, de su inspiración en grupos como The Smiths y OMD, como Aviador Dro y El Último De La Fila (“el mejor grupo del mundo”, en palabras de Gerard). Con estas premisas, uno podría pensar que Gerard es alguien constantemente vuelto hacia el pasado. Nada más lejos de la verdad.
En nuestra charla no solo hablamos de Parte Primera, de segundas, terceras y, quizás, hasta cuartas partes. También charlamos –y la conversación es tan amena que se hace difícil no irse por las ramas– de olvidarse del vinilo como objeto para abrazar al fin el digital, del trap como nuevo pop –no por nada las bases de “Justo Encima de Mí”, uno de los mejores cortes de este nuevo trabajo, bien podría firmarlas cualquier artista de La Vendición Records– y hasta de qué pensaría Mozart si le pusieran una canción de Rihanna.
NOISEY: La verdad es que nunca me lo había preguntado hasta hoy. Pero… ¿qué hacías antes de El Último Vecino? Gerard Alegre: Hacía otra música, más rara… como canciones para videoarte y cosas así. Música infumable.
¿No piensas sacarlo nunca a la luz? Gerard: No. Primero sí empecé a hacerlo por placer, y pensé en sacar algún disco. Pero luego empecé a funcionar por encargo, haciendo música para piezas de videoarte, o instalaciones, y descarté la idea.
No he encontrado dónde comprar Parte Primera en edición física en ningún lado. ¿Es porque estáis esperando a sacarlo todo junto con Parte Segunda o porque os habéis entregado de lleno al digital? Gerard: Yo quería entregarme de lleno al digital. Aunque me dolía un poco. Pero hay que hacerle un poco de caso a la evolución y coger sus cosas buenas. No sé exactamente cuánto cuesta fabricar un vinilo. Pero pon que, si fabricas mil vinilos, te gastas unos 8000€ en eso. Ese dinero, actualmente, te lo puedes gastar en hacer cuatro videos. O cosas que perdurarán. No más tiempo físicamente pero que, hoy en día, quizás te dan un fruto mayor.
Más difusión quizás, ¿no? Quiero decir, un vinilo lo compras, lo pones en tu casa, y no sale de esas paredes. Mientras que un video se comparte y expande mucho más allá. Gerard: Por ejemplo, sí que hemos recibido quejas de gente preguntándonos dónde está el vinilo de Parte Primera. Pero son una minoría de freaks del objeto y el vinilo. Yo antes era muy así, eh. Muy de adorar el objeto. Pero ahora intento ver lo bueno de que vaya desapareciendo lo físico.
Así que, al final ¿lo acabaréis sacado todo junto en físico? Gerard: Creemos que sí. Porque, al final, también nos debemos a un público que, por minoritario que sea, se merece lo que está pidiendo, que es el disco en físico.
¿Y la segunda parte cuándo saldrá? Gerard: No tengo ni idea. Es que hay muchas opciones. Puede ser que venga una segunda parte. Que no quiere decir que no venga luego una tercera, una cuarta… O puede ser que, de golpe, haya sido un EP que se llame Parte Primera simplemente, y que luego venga otra cosa. Yo ahora estoy haciendo canciones nuevas. De hecho, luego, cuando te vayas, vendrá un productor, que aún no puedo decir quién es, a echarme una mano con algunas. No sé bien qué pasará aún, pero lo que sí te puedo decir es que la idea es que haya un single adelanto en junio o julio, y que luego en septiembre pues… lo que sea.
¿De dónde han salido estas canciones, o la idea de sacar algo ahora? Gerard: A ver, o sea, teníamos que sacar algo sí o sí. No por contrato con la discográfica, sino por contrato con uno mismo también. En un principio tenía que ser un disco de… no sé, ya no sé de cuántas canciones se hacen los discos. Ahora con todo el tema de las mixtapes, pues se pueden sacar discos de seis canciones, o de quince. Pero es que es raro, porque entonces la gente que piensa en formato físico, si sacas seis canciones te dirá que has sacado un EP, y es como: “¡no, pero un EP no!, que suena a que no has llegado a hacer un disco”.
¿Sí? ¿Un EP lo ves como que no has conseguido llegar a lo suficiente? Gerard: Sí, lo veo cutre. Pero es totalmente irracional, eh. Me parece fantástico que la gente saque EPs. Y entonces ahora hemos sacado Parte Primera… y pues igual es un EP. Pero es que en realidad da igual, son seis canciones y ya. En realidad… no sé, los músicos más conocidos, rollo Lady Gaga o Rihanna… es como que sacan singles solo, ¿no? Y luego ya si eso los meten en el LP. Porque no sé, hacer también una carrera de solo sacar singles pues tampoco está mal, ¿no? Es que no debería haber tantas normas y clasificaciones.
El primer disco, El Último Vecino , era bastante instrumental, por así decirlo. Me refiero a que en los temas predominaban las melodías, las texturas. Con Voces, en cambio, fuiste encarando un sonido más contundente y pop. Más de canciones en sí. Parte Primera , sin embargo, vuelvo a verlo más parecido al primer disco. Gerard: El primer disco sí que era así como más experimental, en el sentido de tener muy en cuenta qué sonidos quería trabajar. Hay canciones como “Qué Más Da”, que son casi un homenaje al sonido. Hay muy poco trozo cantado. En Voces sí que quería hacer un disco muy pop, de canciones. Con Parte Primera no tenía muy claro lo que quería hacer, me pilló muy despistado. Primero quería cambiar el estilo totalmente, luego al día siguiente quería conservarlo… Y tengo la sensación de que ha quedado un mezclete de cosas que no acaba de tener mucho sentido.
Yo lo que lo percibo es más oscuro. No sé, con una imagen te diría que escuchándolo pienso a carreteras de noche. No todas, “ Si Dejas Cosas Atrás ” y “ Un Secreto Mal Guardado ” sí son así como más poppies . Pero luego, canciones como “ Justo Encima de Mí ”, o “ Focos Verdes ”… Gerard: Sí, “Focos Verdes”, de hecho, es una canción que empecé a escribir cuando empecé a escribir las del primer disco, en 2012, pero que nunca terminé. Y un día volví a mi viejo ordenador, donde tenía un par de canciones antiguas, entre las que estaba “Focos Verdes”. Y dije: “joder, esto mola un huevo”. Así que me puse a hacerla. Pero creo que esto de no saber muy bien hacia dónde quería ir hace que las canciones sean un poco más puzle. Y eso te puede llevar a un camino más enrevesado… que es justo lo contrario que quiero hacer [risas].
¿Sí? Gerard: Sí, quiero volver a hacer Voces, pero en plan mucho más. O sea, me encantaría sacarme un disco súper evidente y fácil, y ganar un Grammy. Evidentemente, no perdiendo nunca la esencia de llevar a la primera capa del pop lo que menos se suele escuchar. No sé, intentar hacer una canción pop ultra escuchable, pero con muchos elementos de un estilo muy propio.
¿Por qué crees que la gente te relaciona tan directamente con la música ochentera? Gerard: Porque yo me lo gané. En el primer disco las referencias ochenteras eran muy explícitas y evidentes. De hecho, era una de las premisas para empezar el proyecto: no ocultar las referencias, e incluso potenciarlas. Porque me parece como muy cutre intentar esconderlas ¿Tienes estos referentes? Pues úsalos. Ahora, frases como “suenan más ochenta que los ochentas” me dan una rabia que te cagas, porque no me gusta lo revival. Me mola la gente que es capaz de ver lo que hay en la actualidad y jugársela. Pero las comparaciones están porque al principio sí se buscó. Cuando al principio nos decían que sonábamos a The Smiths me encantaba. Luego ya cuando nos decían cosas como… “Esta canción es muy bonita, PORQUE se parece a The Smiths”… No sé, ¿no me puedes decir que es bonita y ya está?
Entiendo. Gerard: Sí, no sé [risas]. Me he cansado un poco de todo esto, quiero hacer algo actual.
Con la portada de Parte Primera me pasa que me recuerda a algo, pero no he sido capaz de encontrar a qué. Y no sé si es porque, quizás, no referencia tanto a algo en concreto, ni siquiera a una época concreta, sino como a un… espíritu. Gerard: Me mola que me digas eso, porque la hice sin pensar, pero luego me di cuenta de que tiene bastante sentido. Está como la parte de la foto en movimiento, que para mí es una referencia bastante clara al mundo de la música tipo Phil Collins. Y, luego, las letras son rollo Technotronic. Es como una fusión de los dos mundos.
En Retromanía , Simon Reynolds afirmaba que toda esta tendencia a recuperar sonidos e influencias del pasado choca directamente con lo que, según él, es la esencia del pop: el estar aquí y ahora, que significa tanto vivir como si no hubiera mañana, como romper con el pasado. ¿Estás de acuerdo? ¿Qué es para ti el pop? Gerard: Creo que tiene toda la razón del mundo [pausa larga]. Pero también se le puede discutir un poco. Evidentemente, la música pop no es un género musical. Para mí, decir música pop es como decir música conocida, famosa. Decir cosas como “el pop independiente anglosajón”… no tiene sentido. No sé, ¿qué era el pop hace qué 30 años? No lo he vivido, pero eran Madonna o Michael Jackson. ¿Qué es el pop ahora? Pues el trap, el reguetón. Como estilo musical es otra cosa, pero es pop.
Sí. Y yo no estoy totalmente de acuerdo con lo que plantea Reynolds, eh. Pero creo que es un debate interesante. Lo que él plantea es que, en los ’60 nació la psicodelia, en los ’70 el post-punk, en los noventa la explosión rave … Y luego, a partir de los 2000, todo es retomar y reformular esos géneros y épocas. Gerard: Esto es una comedura de cabeza para mí, de si ya está todo inventado. Es como… no, ¿verdad? ¡No puede ser que ya esté todo inventado! Ayer por la noche justo lo pensaba. Pienso en canciones de Rihanna o Lady Gaga (y te pongo siempre los mismos ejemplos porque son peña que tiene detrás unas producciones brutales), y me pregunto… ¿Mozart hubiera podido imaginarse que la música podría llegar a sonar así? No sé, se me acaba de ocurrir, pero quizás sí que va relacionado con la tecnología. Es decir, en los ’80 hubo un cambio muy bestia con toda la invención de los sonidos sintéticos. Se empezaron a oír sonidos que nunca jamás se habían oído. ¿Puedes inventarte un estilo nuevo con una guitarra? Pues quizás no, porque ese instrumento ya ha dado todo de sí.
Antes nombrabas el trap. Cuando sacaste tu versión de “Mi chulo” de La Zowi, no es que la gente se escandalizara… pero sí que algunos se sorprendieron. ¿Realmente el mundo del indie y el del trap están tan lejos como para hacer un debate de ello? Gerard: Yo creo que hay que ser gilipollas para alarmarse por cosas así, en plan…“Ay, ¿te vas a pasar al trap ahora?”, etcétera. Es como… “Tío, no has entendido lo del pop. ¿A ti qué te gusta? ¿Te gusta la música? ¿O solamente te gusta la gente que imita lo que a ti te gustaba hace 20 años? Deja a los artistas en paz, que hagan lo que quieran”. Sí, se creó como un debate, cuando realmente son lo mismo. No lo mismo, a ver. Evidentemente el trap está avanzando por la derecha. O estaba. No sé si es porque yo me estoy alejando más del rollo, pero ya no lo escucho tanto por ahí.
Todas las canciones las compones y haces tú en tu estudio. Pero, por otro lado, creo que gran parte de vuestro éxito tiene mucho que ver con cómo planteáis el directo, con la puesta en escena y la fuerza que tiene. Gerard: Totalmente. La crítica que jamás me ha gustado nunca es cuando nos dijeron que éramos mejores en directo que en disco. Eso mola muchísimo. Imagínatelo al revés, ser mejor en disco que en directo. Significa que eres un muermo. En cambio esto mola mucho, significa que tienes una entidad propia, que transmites… A mi tocar me encanta, me chifla. Llevamos como tres semanas sin tocar y estoy que me subo por las paredes.
Pero ya en nada tocáis en el Primavera Sound. Ya habíais tocado alguna vez, pero creo que nunca en un escenario tan grande como el Ray-Ban. Gerard: YA. YA. [Risas]. Me da un poco de rabia que sea tan pronto. Pero mola abrir el escenario, porque puedo dejar colocada una pancarta muy grande que estoy pintando. Es una sorpresa lo que pondrá, y me hace mucha ilusión. Porque la gente entrará y la verá ahí colgada y dirá: “¡hostia!”. Y me quedo con eso.
Ya termino. La última vez que hablaste con Noisey, que fue cuando Voces, decías que estabas buscando la canción pop perfecta. ¿Crees que estás más cerca de encontrarla? Gerard: Espero. Pero por edad, porque espero en mi vida conseguir la canción pop perfecta…Y, si estoy más lejos, significa que tengo menos opciones de hacerlo.
¿Y qué es la canción pop perfecta? Gerard: [Silencio]. Jo, es que vaya pregunta. Es que creo que aún no existe. Hay canciones que me pirran, que terminan y digo: “Ole”. Pero aún no he escuchado esa canción que termine y digas: “Es perfecta.”. Y es muy pretencioso, y la gente dirá que es una flipada, pero me molaría hacerla a mí.
Cuando escuchas y miras lo que hace The Blaze, te entra un verdadero escalofrío. Justo en ambas mejillas. Estoy sentado en el sótano de la oficina parisina de su sello y me muestran el video de "Queens", la última pieza visual de su álbum debut Dancehall. A pesar de que solo estoy frente a una computadora portátil colocada frente a mí y al dúo electrónico francés, la proyección privada se siente como un gran evento. The Blaze son impresionantemente famosos por sus videos, tal vez más que nadie trabajando actualmente en la música.
Desde el primer día, su trabajo ha sido emocional y matizado, a menudo en formas vulnerables e íntimas que muestran a personas que de otra manera no habrían estado frente a una cámara. "Lo que estamos haciendo con The Blaze es humanista", dice Guillaume Alric, hablando a través de una nube de vapores mentolados.
Ahora tiene 32 años, estudió fotografía cuando tenía poco más de veinte años y viajó a Nepal y la India para realizar proyectos fotográficos callejeros (todavía conserva los rollos de película en un armario de su casa). Durante unos años produjo un celestial dub bajo el nombre de Mayd Hubb. Luego, Jonathan, su primo estudiante de cine, tuvo que enviar un video musical para un examen final, y ahí surgió The Blaze. El dub de Guillaume era demasiado largo, demasiado complejo para ponerle imágenes. Tal vez sería mejor si creara algo más electrónico, dijo Jonathan, quien desde entonces se graduó y es unos años más joven, 29.
Eso fue hace siete años. Los primos sabían que tenían algo especial, una especie de simetría creativa complementaria, y lanzaron su primer video oficial como The Blaze en 2016. Filmado con un presupuesto de casi nada, "Virile" es un retrato encantador y casi romántico, manteniendo una interacción entre dos hombres mientras se van de fiesta en el piso alto de un edificio. Mientras los hombres se divierten en la danza, se produce una comunicación física a través de las historias que cuentan sus cuerpos. Es un escenario tan íntimo como real.
A "Virile" le siguió el video de la joya del año pasado, "Territory": una poderosa ilustración del regreso de un hombre argelino a casa. El mismo captó la atención del director de Moonlight, Barry Jenkins, a quien le encantó tanto el clip que colocó una captura de pantalla como fondo de su teléfono celular. También ganó un Gran Premio en Cannes, otorgado por "su historia que celebra la condición humana". Más recientemente, el dúo lanzó "Heaven", una alegoría visual para la utopía, "para mostrar que el paraíso tiene todos los colores de la piel juntos, en la naturaleza, teniendo contemplación", explica Jonathan. Entonces, ¿podemos ver el nuevo video? "Sí, es por eso que tienes palomitas de maíz", dice, riendo y señalando los bocadillos que han puesto sobre la mesa para nosotros.
"Queens", que puedes ver aquí arriba, es el lanzamiento más vívido de The Blaze. Viniendo de la misma paleta tonal de Andre Arnold, Sean Baker o Larry Clark –directores que presentan la marginalidad de la sociedad con un realismo crudo pero aún cálido–, celebra la vida de una mujer gitana a través de flashbacks evocadoramente ricos a su yo más joven y a otra adolescente. Tal vez son amigas, tal vez son hermanas, "no sabemos, y no nos importa", dice Jonathan. Pero lo que sí vemos es sentimental, aunque de la manera más visceral. Las mujeres jóvenes nadan al atardecer. Prenden un porro en el asiento trasero de un automóvil a gran velocidad y disparan rifles. Ambas se apoyan la una a la otra, como si fuera un dúo de vida o muerte, empujando a otra mujer al pavimento antes de escupir sangre roja y caliente.
Estos momentos inspiran esos escalofríos en mis mejillas, porque se cuentan en el contexto de un funeral. Tanto la pista como la visual están enraizadas en la pérdida, comenzando con una vigilia a la luz de las velas y enfatizada por la letra repetida de “so long, so long, so long / you were my everything / for you I sing”. Es un reloj inquietante y desgarrador, lleno de anhelo. "Estamos tratando de hacer música emocional", dice Guillaume. "No queremos simplemente hacer música feliz, queremos explorar todo". Pero incluso dentro de los matices más oscuros de "Queens" hay una sensación de paz, una idea de que la vida se puede celebrar a través de la muerte, un luto triste pero eufórico.
Según ellos, es importante para The Blaze sumergirse en las locaciones de los rodajes. "Estamos hablando de cultura, así que para ser reales y honestos en nuestros videos necesitamos saber cómo es todo allí", explica Guillaume, exhalando otra gran nube de e-juice. Antes de rodar "Queens", se prepararon: vieron documentales y películas, leyendo artículos y libros, "estando en cualquier lugar donde pudiéramos encontrar información", así como pasar tiempo en el lugar no revelado del video. Me cuentan cómo los gitanos queman la caravana del difunto, y por qué nunca pronuncian el nombre de la persona que ha fallecido. Hablamos un poco sobre tradiciones y espíritus.
Foto por Benjamin Loyseau.
The Blaze crean música porque quieren que las personas sientan cosas, y producen videos porque quieren unir un poco más a la humanidad, mostrando cómo emociones como el dolor y la nostalgia o el amor y el miedo trascienden las culturas y son la definición de lo que significa sentirse vivo. O algo así. Ya nos acompaña un traductor, para ayudar en caso de que haya alguna falla de comunicación, especialmente cuando se trata de un tema tan vasto y abstracto como, ya sabes, la condición humana. Entonces, de nuevo, su trabajo habla por sí mismo. Cuando se ejecuta bien, la combinación de música y video puede provocar una reacción incomparable en cualquiera de nosotros. Y The Blaze combina ambos medios con el instinto de los maestros.
Claramente, el dúo francés no se avergüenza de las emociones. Guillaume me dice que lloró la semana pasada mientras veía la brillante película Lion, protagonizada por Dev Patel. Naturalmente, ambos primos son grandes admiradores del cine, y de directores como Ken Loach, Alfonso Cuarón y Terence Malik, pero como todos nosotros, también les gusta ver películas desde sus respectivas camas. Sus intereses musicales son flojos. Jonathan recuerda la primera vez que escuchó la "Novena Sinfonía" de Beethoven y adora la composición clásica, mientras que Guillaume comenzó a tocar la batería cuando era adolescente porque era un fanático de Nirvana. Como The Blaze, se inspiran de una paleta donde yace salsa, dub, rap e influencias electrónicas, combinándolos para crear algo que podría calificarse como un nuevo EDM: música de baile emocional.
Aunque podrían ser vistos como los próximos en un linaje de dúos electrónicos oriundos de París (Daft Punk, Justice), ninguno de los miembros de The Blaze es parisino. Jonathan nació en Costa de Marfil, creció en Normandía, se mudó a Perú con sus padres en la mitad de la adolescencia y luego estudió cine en Bruselas antes de mudarse a la capital francesa. Guillaume, que viajó por Sudáfrica, Canadá y Europa como Mayd Hubb, se crió en la región francesa de Borgoña, en una pequeña aldea, y siente una compulsión semi-permanente por regresar al campo. "Es como las personas cuando se crían cerca del océano, necesitan ver el océano y si no ven el océano en tres meses se vuelven locos. Es lo mismo con la naturaleza", dice en voz baja, sonriendo.
Con eso dicho, Dancehall, que está conformado por diez tracks, fue escrito y grabado en París y el sur de Francia, en la casa de su abuelo de 98 años de edad. "Queríamos contrastar el lugar donde trabajamos, las calles [de París] con el campo", confiesa Jonathan. Los primos visitaban la casa cuando eran niños e iban de vacaciones con su gran y extensa familia, así que el regresar y recordar pequeños piecitos que corren de habitación en habitación, es bastante nostálgico. También ayudó que su abuelo fuera prácticamente sordo, por lo que no importaba cuándo The Blaze grabara. ¿Él sabe que son músicos? "Lo sabía, pero no creo que le importara", asegura Jonathan mientras ambos sonríen, recordando cómo la mayoría de las noches los tres se sentaban a cenar, comiendo tazones de sopa.
Inspirado no por el género musical, sino por el lugar literal, Dancehall intenta cultivar una unión. Todas las personas moviéndose como una sola. "No bailando de una manera graciosa, superficial. Bailando juntos, intercambiando algo", explica Jonathan.
A diferencia, digamos, del álbum Knock Knock de DJ Koze, Dancehall adolece de una falta de variación. Parte del encanto inicial de los primeros lanzamientos de The Blaze también se pierde, ya no se filtra en el detrito de las tres de la mañana de la zona de fumadores, sino que se dispara desde el escenario principal. Aún así, hay momentos estimulantes: la construcción en "Rise", la sensualidad fluida en "Places". Hay algunos momentos en los que la música se siente tan viva como los mismo videos de The Blaze. A veces, los primos también conjuran magia: creando paisajes sonoros que se sienten como llegar a casa, donde sea que sea; sus canciones crean espacio para las epifanías, el rompimiento de un corazón en mil pedazos, el juego una y otra vez de un recuerdo para saborear.
"No sé ustedes, pero si les gusta el arte, es porque les da emoción", dice Jonathan. "Si voy al cine, es porque quiero llorar o sentir algo". Cuando se trata de música, Jonathan continúa, "es porque quieres viajar, quieres estar en otro lugar. Y esa es la simple razón por la que nos gusta crear con emoción". Guillaume agrega a su punto. "Cuando decimos emoción, nos referimos a toda la emoción: tristeza, felicidad, todo".
Esto, según The Blaze, es "la poesía". Con otro grupo, esa frase podría no tener ningún sentido: crear algo poético podría significar ser demasiado sincero. Pero viniendo de The Blaze, funciona. Es menos un proyecto de música y más una exploración poética, un intento de documentar o dar vida a esta cosa intangible en toda la humanidad que también es más grande que todos nosotros. Algunas veces funciona. A veces no. Sin embargo, cuando Guillaume y Jonathan llegaron a ese punto óptimo, cuando todos los mundos colisionan en su trabajo, explican algo que va más allá de la música, el video o la actuación en vivo. Eso es esos escalofríos. Y The Blaze tiene una habilidad real para crearlos.
Un viaje musical de MC Bin Laden a Medellín dio vida a este sencillo, que conecta no solo a Colombia y a Brasil, sino a Cuba, Venezuela y Puerto Rico. ¿El resultado? Una canción en la que además del rapero brasileño proveniente de Vila Progresso en São Paulo, participa toda una constelación de estrellas del reggaetón: Bryant Myers, Nacho y Almighty, comandados en la producción por Dayme y El High. Estos últimos, talento neto de Canadá y Colombia, han estado detrás de palos del género como "Bonita", de J Balvin junto a Jowell & Randy; "Pajaritos en el aire", de Yandar y Yostin, además de colaborar en varios de los sencillos más exitosos de Kevin Roldán.
Por estos días Dayme y El High se encuentran preparando su nuevo album New Wave, que contará con varios nombres relevantes de la escena latinoamericana, como la rapera argentina Cazzu y Alemán, artista mexicano que viene punteando en la escena trap y hip hop del continente.
Mira el picante video de "Cadela" al comienzo de la nota.
Para la gente que consume rap hecho en México, Mike Díaz es un nombre que resbala por la boca con sabor especial al mencionarlo. Es un talismán para los iniciados, santito de rappers, el rapero favorito de tu rapero favorito, y el referente en el que piensas cuando te acuerdas que el panorama de las barras en 2018 a veces parece sitiado por un ejército de zombis empeñados en convertir filtros de Instagram en carreras artísticas.
Mike es un científico de sílabas que levita a diez centímetros del suelo cuando bendice el micrófono. Y si pones por escrito sus rapeos, encontrarás geometrías de lo sagrado, como en esas fotos de diputados rusos peleándose, vueltas memes de la proporción áurea. Los flows de Mike son un tesoro nacional, tan solo pasa que el resto de la sociedad mexicana está muy ocupada tuiteando sobre la cuarta transformación; su rap es cerbatanas con ponzoña en la punta, que te persiguen en la espesura de la selva. El fuego que escupen las hidras robots que patrullan laberintos de la Matrix.
Después de que en 2014 lanzara Elephonteasis, un disco doble con 45 temas que se convirtió en un clásico del subterráneo mexa (y cimentó su reputación como uno de los más complejos letristas del rap latinoamericano), Mike estrenó exactamente hace dos años, en septiembre de 2016, la canción "Ser Galáctico", con la cual inauguró un ciclo que culmina hoy: Renace, un disco donde mudó la piel. O siguiendo el tropo de Neo, se tomó la pildorita roja. Mike es un chamán de objetos verbales que pastorea hombres con sus sílabas, y Renace fue el proceso por el cual, en efecto, desarrolló ese sexto sentido chamánico. Y para llegar ahí, el hidrocálido naturalmente sudó sangre.
Le mandé unas preguntas a Mike vía mail, y las contestó profusamente, como tal vez no lo había hecho en una entrevista. No solo eso, mientras leía sus respuestas me daba cueta que estaban escritas en la misma clave que sus raps, así que prontamente pasé a leerlas como si fueran otro track de Renace. Escucha abajo uno de los mejores discos de rap del año y después lee (o lee y escucha en tu cabeza rapear a Mike) lo que nos dijo.
NOISEY: ¿Cómo empezaste a rapear? Mike Diaz: El rap gangsta entró a mi mente en el momento mas vulnerable de mi vida: a los 17 años. Influenciado por el rap chicano de Darkroom y el west coast de Death Row, escribí mis primeras líneas: Orgullo de barrio, Dickies, Fubus, burritas, fierros, Sangre por sangre y toda esa bullshit de las gangas.
Como todo un cholito artista que sabia dibujar desde temprana edad, tenía un cuarto-local donde aprendí el arte del aerógrafo y, al mismo tiempo, le vendía limas pintadas a los homies del barrio. Allí fue donde grabe mis primeras voces sobre un casete que re-grabábamos en una boombox de mi partner del crimen, Gravedad. Él contaba con pistas que su hermano Manelik había traído para Agüitas desde Chicago en su ultima visita, mismas que adornábamos con nuestras voces angelicales encima de un micrófono abollado con masking tape en el cable. Todo esto fue lo que trajo El Grave una noche a mi aposento para loquear. Y así, todo inició como un juego para ver cómo nos escuchábamos.
Mi flow es un Frankenstein de influencias.
Cuéntame un poco de la historia del rap de Aguascalientes. Han salido varios raperos importantes para el panorama nacional. ¿Cómo fue el día cero? Mientras descubría ese extenso mundo de las rimas, también se encontraban varios locos rapeando en diferentes puntos rojos de la ciudad por allá del 2003. Tal es el caso de Régimen, actualmente conocido como Iluminatik, los cuales me sorprendieron bastante al escuchar sus rolas por primera vez: sonaban muy pro para su tiempo en cuanto a flows. Nos conocimos e hicimos clic y nos pusimos una mega peda con tonayanes. Posteriormente trabajamos juntos en un demo al cual llamamos La Alianza, mismo que grabamos por primera vez en un estudio profesional junto a Matriz Urbana (dúo de dos femcees), Toque de Queda (primer nombre del grupo conformado por Gravedad y Fontenak, después conocido como Vox Populi), Manelik (hermano de El Grave ) y mi primo el Bogar.
A la par conocí también al Tanke, a quien había topado años atrás en una competencia de graffiti hecha por la marca de refresco Sprite, la cual gané ese día, por cierto. Mi compa siempre fue un bato jerroso, como todos nosotros. Recuerdo ese día que traía una camisa de cuadros hasta el cuello like "Comprendes Méndez". Llegó, se presentó y tomó sus botes. Se nos veía todo el callo aun siendo unos adolescentes. Lo volví a topar en su faceta de rapero años después y chocamos puños para colaborar en varias canciones junto a Jk47 y Gravedad en un proyecto llamado Hidrofam. Estos batos cargaban todo el mood freestyle que se vino de moda por la película 8 Mile. Nunca les pude ganar, por cierto.
En la plaza hidrocálida se exponían otros grupos, como República Central o Sonidos Delictivos, que se codeaban junto a los nombrados. Y el culpable de organizar los primeros eventos y de mover toda la ola de HH, mismo que ya estaba antes que nosotros, fue el b-boy OG Jeovany, Maestro del Aire hermano de El Grave.
Buenos recuerdos.
Tu manera de rapear no se parece a otra, ni en español ni en otro idioma que yo recuerde. Aunque hay muchos raperos que juegan a meter sílabas, tu flow trae su onda, ¿cómo surgió la fórmula? ¿qué tan consciente o inconsciente fue? ¡Gracias g! Fue totalmente consciente crearlo y, por lo que me comentas, creo que lo logré. En un principio, mucha de la banda con la que rapeaba no me invitaba a las sesiones nocturnas de grifa y rap en las que se cocinaban los jams. En ese tiempo rifaban los flows lentos 4 x 4 cuadrados, por lo que mi cotorreo no llamaba tanto. Conforme fui rascando en el rap game, fue que me encontré con la velocidad y me sedujo. Todos querían ser mas que el otro, era un concurso de hardcore y yo siempre quise destacar en lo malo y en lo bueno. Ser el YO MÁS, así que de una empecé a meter trabalenguas, salir y entrar al ritmo, palabras pegadas, ser ágil pues. Sin embargo, no me salía y a esto se le sumaba las pésimas letras que escribía. No era favorito y para los competidores del momento, Phontenak se quedaba atrás, y sin pedo me lo expresaban eh. Eso sin duda fue el motor que me ayudó a mejorar mi estilo.
Otra cosa que influyó fue el no entender nada de las letras en inglés, ya que así comprendía más como pegarme al beat. No entender lo que escupían los gabachos me acercó más a entender los ritmos. En ese tiempo España sonaba en la escena local mexa y todos querían fluir y hablar como ellos. Era el mame de aquellos días: "Tío, flipar, guay" y esas ondas, salían de la boca de muchos. Yo me fui para el otro lado del charco, donde los mismos españoles volteaban para nutrirse.
Esto fue la década pasada, pero en 2012 aún había gente que no me entendía y que no le gustaba nada mi rollo. Ha sido un camino largo y nada fácil. El público crece y muchos emcees se estancan. Otros solo seguimos aprendiendo. Ahora vuelven personas diciéndome que les gusta lo que se hacía antes, pero sabemos que esos días no volverán. Pienso que mi flow es como un tipo de Frankenstein de influencias, como si fuera algún licuado de vegetales, granos y cosas raras que mezclé y embonó con mi voz y mi aire.
Lo mas difícil de todo es poder juntar letra, feeling, cadencia y versatilidad con flow. Y eso pocos lo tienen. No a todos les queda montarse en diferentes ritmos.
¿Te consideras a ti mismo un artista difícil? Sí, extremista. Esa parte de mí a menudo entra en conflicto y aunque no parezca o sí, soy de cuidar mucho los detalles. Rara vez he podido escribir un tema en un día. Creo que solo hay una canción y no recuerdo cuál; tal vez nada mas eran 16 barras, no sé. Solo he escrito un par de coros en el estudio. A muchos colegas se les facilita escribir temas en un par de horas, a mí no. De esos no soy.
Supongo que a ellos se les puede considerar artistas, ya que fluye con rapidez su arte y lo que sueltan es aceptable, sin considerar un freestyle o algo así. Me refiero a temas. Y ahí es cuando se nos viene a la mente la barrera del contenido y las masas. Creo que al público en general en México ya no le importa mucho lo que se habla en el rap, o nunca le importó tanto; o más bien uno ha profundizado en el mensaje, lógicamente. Ahora solo les cuaja estar escuchando lo reciclado y lo banal; vaya, regresamos a mi propio inicio. Tal vez solo les gusta escuchar el ritmo y olvidarse de todo, como yo hago con otros géneros: por ejemplo, rock psicodélico. O solo es cuestión de edades y de etapas para cada persona.
Aunque sí, sabemos que hay un sector, pequeño, pero lo hay, que le importa lo que se dice. Ahora, lo que me viene a la mente es ¿por qué lo hacemos tan difícil? o ¿para qué? Si a final de cuentas lo que más se escucha es lo más sencillo por hacer: el reciclaje. Yo podría hacerlo sin ningún lío y puede ser que ya lo haya hecho inconscientemente y, que en un futuro no muy lejano lo haga otra vez; porque sí, también soy contradictorio y cambio de parecer continuamente. A final de cuentas, hacemos y escuchamos música para liberarnos.
Pero hay algo en el fondo de mi persona que casi siempre me impide hacerlo fácil, como lo primero que salga de mi cabeza al igual que un free. No me siento cómodo, tampoco quiero escucharme como El Creador Original de La Escritura Sagrada del Rap, ya que todo dentro de él está hecho y dicho, solo cambian las circunstancias y las formas. Sin duda, la escuela de la que fui parte está muy enraizada con ese chip de lírico: barras con orgullo de habilidades, pero espera, ¿qué no se trataba de eso el rap?
Cuando te alejas de este pedo, te das cuenta qué tan pesada es la vibe del rap.
¿Cómo es la relación entre ser rapero y hustler? Parece complicada en este país. No es tan complicada: son anillos en la misma mano. Hasta la fecha sigo en mi hustle para pagar grabaciones, videos, portadas, discos y el tiempo invertido en crear música. Desde un inicio ha sido así. Antes quemaba mis CDs y fotocopiaba las portadas para salir a la calle y venderlas en el centro de mi ciudad en 25 pesos. Este mismo método se sigue viendo con varios nuevos, con técnicas extendidas como rapear en los transportes públicos o similares. Y sí, la etiqueta parece que viene acompañada del nombre MC: no todos son hustlers, pero la mayoría la aplica en las letras, para hacerse ver estileros en temas de ego trip.
Muchos de nosotros venimos de las ondas de barrio, donde se vendía loquera, nintendos, tapas de carro, etc. Fuimos parte de; algo cliché, pero es la realidad de muchos: el rap se hace en las colonias populares y ahí es donde está la acción. Esa aula de algún modo ayudó para saber moverle, o bien para tener esa hambre que te hace hacer las cosas. Ojo, no hablo de una única forma, cada quien tiene su modus operandi. En mi caso, tuve que bissnear con playeras impresas diseñadas por mí mismo como una fuente alterna a los discos que terminó siendo una empresa.
¿Cómo surge Gin & Juice? Cuéntame su historia y en qué estás ahora respecto a la marca. Tenía en la red un par de videos caseros, mis primeros; necesitaba algo de swag y acudí a una marca conocida en DF pidiéndole patrocinio de un par de tees, a cambio de su logo en los clips. Me batearon diciéndome algo así como: "Ahorita no, joven". Luego saque un álbum y dentro del biss del proyecto pensé en meter algo de merch, como una playera conmemorativa. Acudí a otro diseñador de una marca que estaba despegando en aquel entonces, mismo con el cual ya había chocado alguna cerveza por ahí, y también se rehusó a colaborar con un diseño, el cual iba a pagarle; así que no necesité una tercera razón y decidí hacerlo yo mismo.
No cursé ninguna carrera en la Uni; desde niño dibujaba bien, de adolescente graffiteaba chido y una de las metas profesionales era estudiar diseño. Nunca lo hice, por andar de desmadroso, pero siempre estuve en contacto con la pintura; trabajaba en un negocio donde hacían anuncios publicitarios, rotulaban bardas, carros, decoraban lugares, etc. Esa fue mi universidad, los maestros ahí eran artistas de la calle bendecidos por el sol día con día.
En el 2013 nace Gin & Juice. A la banda le mamaron los diseños que creé desde el numero 1, todo bajo una onda de cartoons modificados con tatuajes y rollos apegados a la street. Esto inició con ventas programadas en las afueras de varias estaciones del metro, como Xola y Buenavista. Se hacían como cada 20 días y lo anunciaba por mi Facebook personal. Llegaba a la CDMX con un mochilón al que le cabían como 80 playeras y me iba directo al spot. Llegaba y tendía la merca en el piso con un plástico a la brava. Custodiado por dos, tres homies de la capital que me tiraban esquina, se armaba el wateque y la banda se tiraba fotos y frees. Regresaba a Aguascalientes con la mochila sola y un par de Jordans. Fueron momentos chingones.
Y así inicio. En todo este tiempo la marca a tenido su etapa de aprendizaje. Han pasado 5 años y GNJ se pone más fuerte con cada aniversario; repartimos en muchos estados de la república al mayoreo y menudeo, así como también en el extranjero. Hoy contamos con la primer sucursal física en Aguascalientes y estamos en proceso de expansión, ¡pronto en tu barrio!
Después de Elephonteasis, te quedaste callado hasta este ciclo. ¿Sentiste presión o estrés por sacar música nueva después de Elephonteasis, que fue un disco que sentó un precedente importante en la escena? Nada de eso. Fueron varias causas el por qué de la ausencia. Después de haber sacado 45 temas, que bien pudieron ser 3 discos de 15 canciones cada uno, me quedé seco de ideas e inspiración. Pude haber seguido haciendo rolas genéricas como una formula, al igual que la mayoría de los raperos que se mantienen “vigentes” con uno o hasta dos trabajos al año; pero no era lo mío, no me sentía bien con ello. Algo me inquietaba y a esto le agregamos la fiesta y los excesos. Mejor opté por dejar todo, como unas vacaciones indefinidas.
Vale la pena mencionar que Elephonteasis salió en el 2012 y no vi una respuesta inmediata de la gente porque mi palabreo era tachado de extraño, incoherente y nada entendible. Luego de un año, a los escuchas les llegó y cambió la cosa. Duré dos años dando shows, colaborando y sacando un par de sencillos más, de allí me desafané. Las vacaciones se hicieron largas al darme cuenta que me sentaba bien estar del otro lado, lejos de las fantasías del rap y las redes. Le puse energía a mi proyecto de ropa, el cual había abandonado, y a veces llegaba a ser más fructífero y placentero.
Cuando te alejas de este pedo, te das cuenta qué tan pesada es la vibe del rap. Pero esta madre es como cuando dejas un vicio: su sombra te persigue.
El primer tema nuevo que presentaste fue “Ser galáctico”. Puso el tono del resto. ¿Cómo surgió? "Ser galáctico" es el corazón de mi nuevo álbum. Cuando la escribí sentí la necesidad de plasmarla y de mostrársela al publico cuanto antes, sin tener un proyecto armado. En realidad, cuando subí la canción a mi canal, aún no tenia ningún track escrito de Renace, así que fue la primera en hacerse y la liberé antes de tiempo.
Nace a raíz de este viaje de búsqueda y aislamiento que tuve en esa etapa de mi vida. Es lo mejor que he hecho, reconciliándome con mi niño interno. En algún momento en la vida de cualquier persona, llegará ese momento de introspección, conexión, cuestionamiento; eso es lo que experimenté, y se lo quise contar al mundo.
La solté en un momento en el que sentí que la escena carecía de contenido, sin querer cambiar a nadie, (porque para eso lo tengo que hacer primero yo), era un mensaje digno de hacer llegar. Siempre seguiré aprendiendo de mis errores y evidentemente los seguiré cometiendo, depende de uno si serán los mismos. No voy decirle a mi gente que se ponga una soga en el cuello porque según es “cool”, aunque yo mismo lo hiciera tras bambalinas, ¿me entiendes?
Me gusta ver estos álbumes como si fuesen películas.
Háblame del video de “Ser Galáctico”, grabado en Egipto. Se sintió como un viaje de purificación, no solo para ti, sino para la escena del rap en México. El video fue grabado con una Go Pro bajo el mando de la mano de mi chica, la cual me acompañó en ese viaje. Se lució en su primera grabación, y con la edición que le dio mi bro Miguel Bautista llegando a casa quedó genial. Gracias a ella. Este viaje lo tenía planeado mucho antes de grabar "Ser Galáctico". Se juntaron las fechas, aproveché y fluyó. Cabe destacar que Egipto escasea de turismo debido al terrorismo y crisis política que sufre el país, por ello en el clip no se ve gente en los monumentos.
En la canción hay una línea donde se menciona a Akhenatón, pero fuese lo mismo simbólicamente si lo hubiera rodado en Tulum o Machu Picchu o cualquier otro lugar sagrado de la antigüedad. En realidad, esos destellos de luz que llegaron a mi mente en aquel momento, fue gracias a la tecnología sagrada de las plantas amazónicas que conocí por medio de mi maestra chamán. El viaje fue mucho antes de África y fue en mi ciudad natal.
Cuéntame un poco el proceso de haber hecho Elephonteasis, 45 temas, un proyecto muy libre y amateur en muchos sentidos, y luego hacer Renace, que es en muchos sentidos lo contrario: hecho bajo una estricta disciplina, y pensado como disco desde el principio. Lírica y conceptualmente se parecen. Ambos bajo una línea cinematográfica de dos diferentes directores, donde el protagonista es Mike Díaz en dos tiempos distintos, vistos desde diversos ojos. Los dos han sido escritos con lupa para los detalles y aun así, se pudieron escapar un par o más. Me gusta ver estos álbumes como si fuesen películas.
Pensaríamos que con el paso del tiempo, un rapero adulto cambiaría la forma de sobrellevar el proceso de un disco nuevo, pero la respuesta es que ha sido más que lo mismo. Todo orquestado por mí, pero con la diferencia de lograrlo con más presupuesto que el pasado, gracias al Universo. Me refiero a ser tu propio manager, diseñador, productor, sponsor, firma, booker, etc. Elephonteasis fue hecho por un bato con un chingo de hambre de que lo escuchen y de demostrar que él posee las habilidades necesarias para ser el mejor del país, solicitando el puesto tan codiciado por muchos. Poder hablar de varios temas y no estancarse con etiquetas como las hay en casi toda la escena y sus miembros, es algo que me asombró, hace unos meses que por alguna extraña razón lo volví a escuchar (y es que, aquí entre nos, la verdad no me gusta volver a oír mis trabajos, solo recién grabados).
Los emcees no pasan de hablar de money, pussy y drugs.
En Renace haces una crítica al materialismo en el rap, e intentas derrocar ciertas camisas de fuerza que se ponen los raperos. Cuéntame un poco sobre esa postura. El dinero es una herramienta más, no es Dios. Lo que pasa en el rap es que se le ha montado un altar y le rezan. Una cosa es ser amigos; otra ser su esclavo y lamerle los pies. A mí me encanta el dinero, me gusta comprar cosas que nunca he tenido, y de cierta manera diario estoy creando para ganarlo; pero eso no significa que será lo único que encuentre al final de mi camino.
Mi riqueza se basa en lo que pueda encontrar, un público con ganas de información en mis letras. Para muestra basta con saber que uno le mete más de lo que gana a sus proyectos. No vine a venderles mi ruina disfrazada de cool shit para enriquecerme a través de ellos. Así como mi mente fue un contenedor de basura para otros raperos cuando estaba morro, lo mismo que pasa cuando suelto mis deshechos en una canción y un bandón la recibe.
Cada quien es libre y expresa lo que se le antoja y hace feliz, no vine a pelear por ni con ellos. Estoy de acuerdo que también hay un público sediento de, y sé que cada quien tiene distintos procesos. Yo no estoy absuelto, también me llego a alimentar de todo eso. Trato de cambiar el chip de las cosas, no de rehabilitar a nadie, ni yo lo estoy; se trata solo de atreverse a hacer lo que nadie más hace, de hablar de lo que nadie está hablando, dudar, preguntar, proponer. Los emcees no pasan de hablar de money, pussy y drugs. Ya me sé la historia, la conozco muy bien, la hice y la hago: no me peino, he sido un fiel coronel influyente con esas insignias la mitad de mi vida, pero vamos, ya estamos en el 2018, no tenemos que ser todos iguales. Estos weyes son como cyborgs programados para decir lo mismo que el otro.
Si algo tuve que hacer para bien en este viaje, tal vez sea esto; y estoy seguro que no es para siempre. No voy a hacer las cosas gratis y todo cuesta en este mundo, pero no vine a este plano solo para consumir y a matar por un pedazo de papel. Un día dejaremos nuestro lugar en la tierra, se va a pudrir el cuerpo y los objetos de valor solo van a cambiar de dueño. En mis trabajos hay contradicciones, esto es rap y no se puede ser blando. Me tengo que llenar de lodo.
Ser original ya no te asegura un puesto.
¿Qué opinas de las políticas del rap actualmente en México? Quiero decir, la manera en cómo funciona el ecosistema: los que están arriba, los que están abajo, qué hay que hacer para brillar, a quién le tienes que decir, etc. Para brillar solo necesitas saber hacerlo, ya lo he visto en muchos casos. Muchos pueden decir que tienen talento para rimar pero tienen talento para imitar. Y es que, así empezamos todos ¿no? Pero ¿terminar así? Ser original ya no te asegura un puesto. Ya no hay pretexto para los nuevos: cualquiera puede subir de la nada, para eso está YouTube.
Sin duda hay elites e influyentes “palancas” para distintas áreas como en todos lados. Y claro, nada raro en nuestra sociedad y su síndrome, subes y te jalan (dependiendo quien seas), pa'bajo o pa'rriba. Sabemos que en un lapso no mayor de 3 años el hip hop en el país ha estallado al grado que ya hay disqueras firmando, promotores contratando, artistas viralizando y se logró, al parecer, una industria; sin embargo, estamos viendo a los mismos en ciertos puntos en repeat, algo que vi desde que inicié con otros grupos, ¿será que faltan más propuestas? Tal vez sí. Es lo mismo que pasa en las batallas: siempre pelean los mismos. Y es que la culpa no es de nadie, solo falta crecer tanto género como escuchas.
Cada quien abraza su queso y no lo suelta. Esto va desde plataformas, crews, hasta empresarios; que no los juzgo, ya que todos tenemos y queremos una historia de 0 a 100 pero, ¿quién en verdad va a ayudarte a subirte a la escalera del “éxito” cuando tienen que poner de su bolso? Nadie. Solo tú mismo. Nadie te apoya gratis, hay que chingarle.
Háblame del aspecto musical de Renace. Hay una mezcla interesante que sabe ir del boom bap al trap y todo bajo los mismos tonos. Si no me imagino un video cuando escucho un beat, no lo agarro. Junté por dos años bases de Goon Boy, Danny Brasco, BrunOG, Endrizzy y Sazú meticulosamente para este proyecto. Pero… solo se escogieron 20 instrumentales de como 50 beats que tengo entre varios más; sin olvidar las colaboraciones que también tienen su toque de diversidad.
Pasamos por un boom-trap con trompetas muy mexas, donde Fermín Sánchez [de The Guadaloops] hace uso de su prodigiosa voz junto a Adán Cruz, Burky Thompson, Yoga Fire, Eptos Uno, Muelas de Gallo, Fntxy y mi socio El Grave, ¡PUM! ¡ALV! Puro Dream Team. Para que todo esto sonara como si fuera un trabajo de un solo productor tuve que pasar al siguiente nivel: Arreglos de instrumentos reales y atmósferas.
Hace tiempo que conocí a Kibou (pionero del hip hop en Aguascalientes) y se me acercó con la vibra de crear cosas chidas. Se incendió la mecha para producir algo en conjunto ya que, aparte de ser vocal con su grupo de rap hace años, también hace beats. Así que me latió, le llamé y él me condujo a Gerardo Castmu (personaje de peso dentro de la escena del jazz y el rock en Agüitas), nos juntamos y lo primero en grabar a manera de prueba fue "Ser Galáctico". Conectamos y todo fluyó para el resto de los temas del disco. Sin duda lograr enganchar como cadena diferentes ritmos y arreglos fue trabajo de ellos dos, ya que produjeron, mezclaron y masterizaron todo el álbum.
Fue interesante esta primera experiencia dentro de la producción, estuve muy inmiscuido en todos los detalles y anteriormente no había hecho algo parecido. Me deja ganas de seguir produciendo en conjunto con mas músicos.
Has sacado varios vídeos, y todos están muy pensados. Fíjate que siento que he podido realizar varios de los sueños de videos que tenía truncados desde antaño. El poder materializar tu visión y compartirla con los demás es lo más chingón, ¡las chairas mentales desaparecen por fin! Estos visuales se han hecho bajo el mismo proceso creativo que la escritura: van de la mano el soundtrack y el filme, un trabajo de mucho tiempo de planeación.
Creo que es la era de aportar videos con historias y mensajes. Los que están en el top deben de sentir ese cosquilleo por hacer cosas profesionales, ya que tienen los medios y se les facilita. Me da orgullo decir que esto lo logré bajo mi propio presupuesto, dirección, concepto, ideas, pero sin olvidar la energía de toda la gente que fue parte de la realización de todos estos visuales. Sin ellos no se lograría la misión. Puro luv para Adolfo Gurrola, Miguel Bautista, Alex Malverde, Kyzza Terrazas y todo el squad detrás de cada producción, ¡gracias!
¿Qué sigue en la agenda para el resto del año? Aun hay cosas fuertes por venir. Hay varios videoclips del álbum, tenemos un live con banda, las presentaciones oficiales del disco con CDMX, Guadalajara, Aguascalientes, New York y Chicago como sedes confirmadas. Anunciaremos pronto todas las fechas agregadas en nuestras redes, que en su mayoría serán con músicos en vivo. También tenemos el inicio de mi nuevo proyecto llamado DISCO SOLAR que es mi propio sello, bajo el cual publico mi segundo álbum como solista, Renace. Love para Noisey.
La Plata no necesitan mucha introducción. Estos cinco chicos de Valencia “la están petando” –por decirlo con una frase que confiesan no les gusta nada– y la historia es harto conocida: Diego Escriche sube una canción titulada “Un atasco” a YouTube, a la gente le flipa, a Diego (voz y guitarra) se le terminan sumando Miguel Carmona (batería), María Gea (bajo), Patricia Ferragud (teclados), Salvador Frasquet (guitarra), y nace La Plata. Además, la entrevista abajo ya quedó bastante larga de por sí.
Intentaré ser breve. La primera vez que vi un video de La Plata tocando en directo pensé por unos segundos que alguien le había subido la velocidad. El brazo y la cabeza de Diego parecía que iban a desencajarse de un momento a otro sobre la guitarra, y María y su bajo ondeaban adelante y atrás sin parar ni perder el compás. No comprobaría hasta meses y meses después que no, que ellos tocan así. Elegantes y poderosos.
El Festigábal en Barcelona hace unas semanas sirvió de pretexto para esta charla. A concierto terminado, pensé: “Ojalá volvieran a empezar”. Con ello quiero decir que La Plata ha conseguido algo que muchos grupos con más experiencia siguen soñando: parecer sobre el escenario los cinco miembros de un mismo ser. Como extraterrestres con cuerpo y órganos propios, pero que responden a las órdenes e instintos de la misma nave nodriza. Me hacen pensar en esa canción de Parálisis Permanente que reza: “Van a vivir, unidos; van a morir, unidos”, pero sin la componente grotesca de ser hermanos siameses y todo eso. Y creo que es esta coherencia y cuidado en todo lo que hacen como grupo –desde los conciertos a las canciones, pasando por el arte de sus portadas–, lo que hace que estemos ante una de las propuestas musicales españolas más sólidas y prometedoras de los últimos años (y creo que por fin conseguí descifrar qué en ellos me recordaba a Los Punsetes).
Ahora sí, sin más dilación, después de escuchar Desrdoen, lee nuestra charla con La Plata, sobre pop y la crisis, la escena musical valenciana y hasta sobre otro disco que está ya empezando a gestarse.
NOISEY: En una reseña de Desorden, el periodista lamentaba que hubiese tan pocas bandas de guitarras entre las listas de lo más escuchado, pero veía en vosotros “la prueba viviente de la vigencia del formato clásico de guitarra, bajo y batería”, y, en vuestro caso, teclado. ¿Creéis que la música de guitarras está muriendo? Diego Escriche: No, yo no creo que nunca muera. Hasta ahora parecía que el formato de banda solo podía ser una guitarra al frente, pero lo mejor es que ya no esté solo la música de guitarras, sino en que la guitarra se convierta en un instrumento más. Y, al ser solo un instrumento, pues no debe por qué morir.
Como podría serlo el Auto-Tuneal final, ¿no? Hay quien aún lo ve con malos ojos, pero es un instrumento más. Patricia Ferragud: Yo creo que en el futuro nos tenemos que quitar de la cabeza qué es música de guitarras y qué es música electrónica, y pensar más en qué música se está haciendo, sin importar el instrumento que uses.
Miguel Carmona: Es que, al fin y al cabo, tú utilizas ciertos instrumentos para conseguir un fin y ya está. Si quieres el sonido que te da una guitarra, pues usas una, y no hay más vueltas.
Yéndonos un poco a los inicios. Diego y Carmona, vosotros ya os conocíais de tocar juntos en Progreso. Diego: Teníamos cada uno su grupo, y a mí me gustaba mucho cómo tocaba él la batería, y a él le gustaba cómo tocaba yo la guitarra. Entonces decidimos montarnos una banda con el bajista de Acapvlco, que es otro grupo en el que toco. Y nada, hicimos dos o tres ensayos.
Carmona: Sí, hicimos un par de temillas o así. Se paró nada, un mes, y ya me vino con “Un atasco”. Me la enseñó a la guitarra y me flipó. Un dato curioso: yo nunca escuché la versión que Diego hizo en su habitación, sino que él me la enseñó con la guitarra y yo en el local la tocaba con las baterías que me iban saliendo. Luego, cuando escuché la que él grabó, me di cuenta de que eran muy, muy parecidas.
¿Lo de Progreso se puede escuchar en algún lado? Lo he buscado hoy y ha sido imposible encontrar nada. Carmona: No, no. Si alguien tiene el audio lo tendrá Miguel Molina, que es el bajista de Acapvlco.
Diego: Pero estaba guay. Es mucho más cañero y rápido que La Plata.
¿Los demás os conocíais ya? Carmona: Sí, a ver, hay nexos. María y yo ensayábamos en el mismo local cuando ella estaba con Carmonas, que es un nombre que nunca me ha gustado [se ríe]. Entonces a Diego y a Patri los conocí en la sala Magazine, y a Salva más de lo mismo. De hecho, lo tengo guardado en el móvil como Salva Guitarra de una vez que probamos a tocar juntos.
¿Y no funcionó la cosa? Salvador Frasquet: No, no. [Ríe].
Diego: Al final nos conocemos todos un poco de lo mismo, de ir a conciertos. Es decir, de la escena que había en la Magazine y en la Residencia.
Patri, en una entrevista Diego explicaba que ya te había propuesto alguna vez tocar juntos, pero siempre habías dicho que no hasta ahora con La Plata. Patri: ¡Yo siempre digo que eso es mentira! Diego me preguntaba: “¿Y tú no tocas?”, y yo le decía que no. Pero no le decía que no quería tocar [se ríe], porque de hecho sí que quería. Entonces nada más me lo propuso dije que sí.
Diego: Lo que yo recuerdo es hablar contigo, y que tú solo quisieras hacer movidas experimentales. Pero la vez que te pregunté si querías tocar en La Plata tenías bastantes ganas de tocar. Así que te pregunté: “¿Tocas el sinte?”. Y me dijiste: “No, pero aprendo”.
Diego, “Un atasco” fue un éxito instantáneo. Mientras la hacías, ¿sabías que iba a ser un buen tema? Diego: Es que lo que hice ahí fue realmente copiar lo que yo estaba viendo. Yo trabajaba de técnico de sonido en una sala de conciertos, y estuve viendo conciertos todos los días de miércoles a sábado durante 3 o 4 años. Entonces, de ver tantas cosas, al final esa información se me quedó guardada. Y creo que hice una especie de recopilación de lo mejor que había escuchado en directo, me subí a casa, copiar, pegar...
Patri: Un remix. [Ríe].
Diego: Sí, sí. Dije: “A veeeer, me mola el bajo de Juventud Juché, pa mí. Me mola cómo canta el de Futuro Terror o el de Los Claveles, pa mí. Me mola, no sé, como toca el Carmona… pa mí”. Y ya está. Esto con “Un atasco”. Pero luego con la banda me fui especializando y buscando en la voz un toque más personal, y cada uno le ha aportado su personalidad.
Carmona: Yo creo que, al introducir el bajo de María, o la guitarra de Salva, que es totalmente otra historia, ha ido cogiendo una forma propia.
Diego: Claro, cada uno ha ido aportando algo. Adaptándose un poco. Tampoco es que corra ahí la libre imaginación, porque al final estamos haciendo un estilo de música en el que tampoco nos podemos ir mucho. Por eso todos tenemos también otras bandas, porque cada uno deja escapar su creatividad de manera diferente. Pero en La Plata nos ponemos de acuerdo con lo que le gusta a cada uno. Hay canciones que hemos hecho dos personas, otras que son de Patri y Maria, otras de otros dos… como pille. Hay tantas maneras de hacer música como de hacer comida.
Sin embargo, la versión de “Un atasco” de Desorden suena diferente, más lenta. ¿La regrabasteis? ¿Por qué? Diego: Esa canción se grabó 3 veces. La primera, que es la que subí a Internet, es la más parecida a la última que grabamos. Luego grabamos una segunda que era más acelerada.
Carmona: Más inmediata ¿no? Era un EP, y teníamos que grabar tres temas y eso. Aunque yo creo que la segunda es la más conocida como banda. Y a la gente le gustó tanto que creo que por eso la toman como referencia. De todas formas, son 3 puntos de velocidad de diferencia, que tampoco es nada del otro mundo.
Patri: Lo que queríamos es que quedara en el LP la que hizo Diego, la primera versión.
Diego: Sí, me hacía muchísima ilusión escucharla bien grabada.
Hubo una reseña de Desordenen la que el periodista admitía que le había costado entrar en el disco más allá de “Me voy”, hasta que comprendió que es “un LP en tiempos de singles virales de usar y tirar. Un todo que se muestra como mucho más que la suma de sus diez temas”. ¿Estáis de acuerdo? Carmona: Sí, yo pienso que es un todo. O sea que, si al final lo ha entendido así, como los 28 minutos que son… mola. Por eso también incluimos los 3 temas del EP, porque todo remitía al mismo momento en nuestras vidas y tenían que ir juntas.
Diego: Que no hay nada malo en sacar solo singles tampoco, eh. Pero es eso, que yo creo fija un momento en la vida que para todo el mundo es una edad bastante intensa, y fue sencillo plasmar todo lo que ocurría en un disco y ya está. Es un ciclo cerrado.
“Cerrado” ¿Así que tenéis cosas nuevas por grabar? María: Como primera etapa sí está cerrada. Ahora estamos componiendo, pero también es cierto que, con todo el tema de las giras, no tenemos mucho tiempo de ir al local, de sentarnos a pensar bien en el nuevo disco. Había muchas ideas antes. Ahora a ver si conseguimos organizarnos un poco y poner en claro qué queremos hacer.
Diego: Lo que era importante para nosotros es que no se pareciera al primero. Podríamos hacer otro primer disco otra vez, pero creo que no tendría gracia. Sería como repetir algo que ya ocurrió.
María: Yo creo que el primer disco es un disco de máxima expresión de la personalidad de cada uno, en el que cada uno despliega ahí todo lo que tiene. Ha sido como el primer diálogo entre nosotros. Y el segundo disco es como “Ya hemos aprendido a comunicarnos entre nosotros, así que ahora vamos a hablar de otra cosa”.
Foto: Olena Martynenko
¿Es más difícil hacer un segundo disco que un primero? Diego: No. Yo en hacer este primer disco he tardado 24 años. En hacer un segundo disco seguramente tarde menos. O sea, un primer disco no cae del cielo, hay un trabajo enorme detrás. Si ahora para hacer otro disco tuviésemos que volver a encontrar todas las personas del grupo, si tuviésemos que volver a escuchar toda la música, volver a vivir todo lo que hemos vivido…
María: Yo entiendo lo que dice Diego, pero no lo enfoco así. Para mí un primer disco es como juntar ahí unas esencias que vienen cada una de un lado, y sale como una combinación. Y eso es guay, pero esa combinación puedes volver a repetirla… o reinventarte como músico y como equipo. Y eso siempre es un reto. Porque la formula la tenemos, y en una semana si queremos sacamos tres temas nuevos. Pero lo interesante es mantener otra conversación.
Carmona: Nos lo saltaremos y haremos directamente el tercero. [Risas].
Las letras no son lo más alegre. Se percibe angustia, desarraigo, desencanto. Alguien llegó a decir que “Un atasco” era una especie de reverso sombrío de “La fuerza” de Kokoshca. ¿Esta desazón es algo generacional? Diego: Sí, sobre todo en España. Creo que todos hemos vivido la misma crisis, y eso ha hecho que las familias de muchos no hayan vivido sus mejores años, y nosotros tampoco. Así que tampoco estamos como para echar cohetes.
Una vez tuve un debate con un colega sobre las reseñas a nuevos grupos. Mi posición era que cuando eres un grupo nuevo, se da por hecho que si no se habla de ti es que tus canciones no han gustado. Que no hace falta machacar a alguien que acaba de empezar. En cambio, él opinaba que era necesario que los periodistas nos mojáramos en hacer críticas negativas, por novel que fuera el grupo o artista. ¿Qué opináis? Diego: Que habría que mojarse siempre. Muchas veces nos han llegado críticas de conciertos o de los discos que se nota que no se han mojado: “muy bien, genial actuación del jovencísimo grupo valenciano…”.
María: “Potentes baterías, bajos bailarines…”. Sinceramente, a mí una crítica, sea positiva o negativa, si no lleva un argumento detrás… es que me la suda. “Las letras están muy bien y son un reflejo generacional”. Esa información ya la tengo yo, gracias. Me gusta ver que hay un trabajo detrás. Si hay una crítica negativa pero bien argumentada, la valoras.
Creéis que, de todos modos, en la era de las redes sociales, ¿los medios musicales siguen teniendo un papel relevante? Carmona: Relevantes ya no lo son, para nada. Es que ni la televisión, y lo dicen las audiencias: mueve mucho más un youtuber que un canal de noticias.
Patri: Con Internet es tan fácil llegar a la información por ti mismo e investigar por tu cuenta…
Diego: Yo creo que sí que siguen siéndolo. Porque incluso un blog pequeño o mediano puede llegar a siete o doscientas personas a las que quizás no habrías llegado, porque son personas muy lejos de tu círculo o muy diferentes a ti. Nos escuchan personas que yo creo que si me las cruzara por la calle les caería mal. Porque, en general, tenemos todos unos ideales bastante radicales. Y eso es lo interesante: puedes estar vendiéndole tu propaganda a gente que de otra manera ni hablaría contigo. Es lo bonito del pop. Es una buena arma, porque suena tan bonito que tú puedes estar cantando sobre cambiar el sistema, y lo va a estar escuchando y cantando gente a la que nunca se le ha pasado por la cabeza cambiar nada.
María: Normalmente en tu vida escoges a las personas con las que formarías un nexo, pero con la música no lo escoges ni lo controlas. Y eso sorprende, en cierto modo. Pero una cosa que hemos dicho desde el principio es que nosotros, todo lo que hacemos, lo hacemos para nosotros. Desde las canciones al arte. Si eso luego llega a 10, a 30, a 200 personas… pues genial.
Antes de publicar el disco, en Instagram Live fuisteis colgando en directo dos canciones cada lunes, todas acompañadas por pequeñas piezas audiovisuales creadas por artistas afines a La Plata, ¿no? Patri: Sí. Monté un proyector en mi habitación y fui pasando el vídeo que había hecho cada uno para cada canción, haciéndola sonar de fondo mientras lo grababa con el móvil en un directo de Instagram. Y duraba un día y se borraba. Yo tengo los vídeos, pero es algo que en un momento se planteó como efímero. No lo anunciamos ni nada. Me gusta pensar que las redes están creadas para apropiártelas, para usarlas e interactuar con ellas de la manera que funcione contigo. Las veo como una herramienta bastante creativa, y están influyendo mogollón en el arte en general.
Creo que el “todo” al que se refería el artículo que citaba antes también se refleja en vuestra manera de cuidar la vertiente estética del grupo. ¿Cómo surge esta visión global? María: Bandas hay mil, y las escuchas y se te olvidan o no. Pero, al final, si tú en vez de música o un disco estas creando una identidad… es mucho más potente. Porque a lo mejor hay alguien que no escuchaba mucha música y de repente ve el artwork, o un cartel, y le llama la atención. Si generas algo solido que esté atado por todas partes, a nivel filosófico, gráfico, audiovisual y social…. es más difícil que eso cojee. Nosotros tenemos una especie de imaginario como banda. Es como un contenedor, donde está desde la visión social del momento que estamos viviendo a nuestros referentes en diseñadores de moda, etcétera.
Creo que esta estética marcada que manejáis es muy interesante, porque a veces se nos olvida que una escena no la conforman solo los músicos, sino también los sellos, las salas y hasta los diseñadores relacionados. ¿Cómo veis la escena musical valenciana? ¿Os sentís parte de ella? Diego: Hay una escena muy muy grande. Como banda La Plata llevamos mucho tiempo sin tocar en la ciudad, pero como individuos nos sentimos parte. Todos tenemos bandas por nuestra cuenta y nos conocemos de ir a conciertos. Además, que siempre intentas hacer cosas por la escena, por tu cuidad. Crear bandas. Salva y yo hicimos una banda que duró un día. Pero funciona así, hay bandas que duran más o menos, pero se crean.
Salva: Dos horas duró. Pero estaba bastante guay. Igual algún día lo sacamos.
María: Y además es que la convivencia entre artes es necesaria. Todo se convierte en mucho más potente si las artes se juntan.
Carmona: Y si estas rodeado de gente que hace cosas tan guays, te animas a hacerlas. O a colaborar con ilustradores, animadores, diseñadores gráficos.... Es muy estimulante.
Diego: Mira… Yo cuando llegué a trabajar al Magazine solo escuchaba rap. Pero entré ahí y me ponían rock and roll y tal y, al final, de tanto escucharlo me gustó. Luego eso me llevó a que por mi cuenta empezara a escuchar punk… O escuchar a un grupo de folk en directo, que es algo que jamás habría escuchado, y pensar: “pues estás melodías están bien”. Me hizo salirme de mi género hasta el punto de que, ahora, no diría que escucho un solo género. Y eso es gracias a la escena musical tan rica que hay en Valencia.
Foto: Adriana Chávez García-Rendón
¿Alguna recomendación de la escena valenciana? Diego: A mí me gusta mucho Túnel.
Aunque a Thom Yorke ya lo habíamos visto con música muy cinematográfica en discos como A Moon Shaped Pool y Ok Computer, ahora le llegó el momento –literalmente– de hacer música de película. Suspiria es el nombre del largometraje al cual el vocalista de Radiohead le ha escrito por primera vez una banda sonora de principio a fin, y que saldrá a finales de este año. Esta cinta es una reversión del clásico del cine de terror creado por Dario Argento en 1977 bajo la mirada de Luca Guadagnino, director de Call Me By Your Name, ganadora de un premio de la Academia, y tendrá a actores de la talla de Tilda Swinton y Chlöe Grace Moretz.
La banda sonora, que llevará por nombre Suspiria: Music for the Luca Guadagnino Film, tendrá 25 canciones y estará disponible el 26 de octubre en todas la plataformas. Yorke aseguró el martes pasado a través de un tweet que se encuentra muy feliz con el producto que realizó, y esta semana publicó el primer sencillo titulado “Suspirium” en YouTube. con la melodía. Si quieres oírlo, aquí está:
Ahora, para la versión de 1977 la banda italiana de prog-rock Goblin realizó la banda sonora y no es nada parecida a la de Yorke. Es un poco más… progresiva. Aquí te la dejamos para que saques comparaciones tú mismo:
Mientras llega la banda sonora completa, les dejamos el tracklist completo para que se antojen:
William DeVaughn nació en Washington D.C. en 1947 y mientras era empleado de una dependencia gubernamental, escribió una canción llamada "A Cadillac Don’t Come Easy" que eventualmente se convirtió en su canción emblema "Be Thankful for What You Got". Es muy posible que DeVaughn supiera que tenía un hit y tenía la urgencia de grabarlo.
William invirtió $900 dólares para grabar el tema en los estudios Omega Sound, donde grababan regularmente músicos asociados al sello Philadelphia International, propiedad de Kenneth Gamble y Leon Huff. El sello de Fili es famoso por sus sonido soul con influencias disco. En él se editaron éxitos para Billy Paul, Harold Melvin & The Blue Notes y Teddy Pendergrass, entre otros. Estoy seguro que si revisan en la colección de discos de sus padres encontrarán algún disco con el famoso logo del sello enclavado en la Ciudad del Amor Fraternal: Philadelphia International.
Para las grabaciones de Philadelphia International, el dueto de productores y arquitectos del ‘sonido Filadelfia" Gamble & Huff, utilizaron una nutrida orquesta de músicos que en conjunto se hacían llamar MFSB (Madre, Padre, Hermana, Hermano por sus siglas en inglés, las cuales también abrevaban de la mitología del "amor fraternal"). La banda grabó varios discos bajo ese nombre y serán siempre recordados por su sencillo "TSOP (The Sound of Philadelphia)" que sería el tema del programa de televisión Soul Train, y tiene el crédito de ser la primera canción escrita para la televisión que conquistó el primer casillero de las listas de popularidad. También grabaron "Love is the Message". Ambos temas son himnos para la era disco y el beat de la segunda sería una de las piedras angulares para la creación del house.
Cuando DeVaughn grabó su himno inmortal en Omega Sound, se encontró con que la sesión sería grabada por John Davis, uno de los miembros recurrentes de MFSB. Durante la sesión, otros miembros del mencionado ensamble participaron. La rola sería editada por el sello Roxbury Records que a su vez era un subsello de Chelsea Records.
Una vez que alcanzó las estaciones de radio locales, "Be Thankful for What You Got" se convirtió en un hit enorme para DeVaughn, con el estilo de soul relajado de la era y arreglos propios del llamado ‘sonido Filadelfia’, gracias a la participación de MFSB. Desde luego, el tema original de DeVaughn ha sido re interpretado múltiples veces y generaciones recientes se familiarizaron con el tema por la versión que hizo Massive Attack en el Blue Lines.
Tal vez ustedes no lo sepan pero además de escribir esta columna semanal, mis ocupaciones diarias incluyen estar detrás del mostrador de una tienda de discos...
Hace apenas unos días, durante una lluviosa tarde de verano, recibí un mensaje de un potencial cliente preguntando si la tienda tenía en existencia el álbum Curtis del sobresaliente músico de Chicago: Curtis Mayfield. El increíble álbum de Mayfield fue editado originalmente en 1970 y desde entonces ha sido reeditado varias veces. Como muestra de su envergadura, la canción que abre el disco fue usada recientemente como el tema principal de la serie de televisión The Deuce que se sitúa en el NY de los setenta y es protagonizada por, sí, ya saben por quién: polis corruptos, mafiosos y proxenetas, y es el último y genial experimento de David Simon (creador de The Wire).
Confirmé al cliente potencial que el disco estaba disponible y, a las pocas horas, la persona interesada se presentó en la tienda solicitando el Curtis. Después de unos minutos y de haber revisado minuciosamente el disco, me preguntó si ese era el disco que incluía la canción "Diamonds in the Back". Debo confesar que la pregunta me tomó por sorpresa porque a pesar de no ser un estudioso de la obra de Mayfield, sí conozco bien el Curtis y no recordaba ningun tema de ese nombre.
Lo primero que tenía que determinar es cuál era esa rola, por lo que pregunté al oráculo utilizando como criterio de búsqueda "Diamonds in the back" y el resultado arrojado fue una entrada de YouTube cuyo audio era "Be Thankful for What You Got", acompañado por la icónica portada del Curtis de Curtis Mayfield. Baia Baia. Escuchando los siete minutos de audio, pude confirmar al interesado que la canción que estábamos escuchando no era de Curtis Mayfield ni tampoco se llamaba "Diamonds in the Back". No fue fácil contradecir al oráculo y convencer a un potencial cliente confundido, pues la referencia que él había utilizado era precisamente esa entrada de YouTube: si está en YouTube, y dice así, entonces debe ser real.
Una vez que le mostré la versión original de William DeVaughn y le mostré el disco donde venía incluída la original (que era la misma del video de YouTube) el potencial cliente dejó de ser potencial para convertirse en un confundido y decepcionado sujeto que volvió por donde vino y nunca más volví a saber de él.
El verdadero culpable de esta confusión es ocasionada por el sujeto que subió a YouTube la canción de DeVaughn usando como imagen la tapa del Curtis de Curtis Mayfield. De hecho, revisando la entrada en la plataforma de videos, podemos confirmar que tiene poco más de 26 millones de vistas, 184 mil ‘me gusta’, 9 mil ‘me disgusta’ y tiene, convenientemente, ¡deshabilitados los comentarios! Desde luego me uní a esos 9 mil que desaprobaron el video, a manera de protesta, por el engaño que ha perpetrado ese criminal de los ceros y los unos. Me puedo imaginar las siniestras intenciones del irresponsable usuario de YouTube que ideó el mencionado crimen, el cual lleva sucediendo ininterrumpidamente ¡siete años! Y ya vimos que, en efecto, ha tenido consecuencias en la realidad.
He nombrado al caso que gira alrededor de dicho video de YouTube como el Caso de las Tres Mentiras: La canción no se llama "Diamonds in the Back", no la interpreta Curtis Mayfield, y mucho menos forma parte del álbum Curtis.
Puede que Paulino Salgado sea un nombre esquivo a la memoria. Puede incluso que sus alias 'El rey del lumbalú' o 'Batata', den solo algunas pistas sobre quien fuera uno de los más grandes tamboleros de la música caribeña colombiana. Batata, el tercero de la dinastía, dejó todo en los cueros que hizo retumbar con Totó La Momposina, el Ballet de Colombia y un sin fin de ensambles folclóricos y agrupaciones de las que hizo parte, entre ellas, una de los más alucinantes, Son Palenque, un tesoro nacional.
Batata dejó este mundo terrenal en el 2004 y en agradecimiento a su obra se han levantado decenas de homenajes en su nombre. Uno de ellos fue la canción que Justo Valdéz, líder de Son Palenque, compuso para recordar al maestro. La canción llevó por nombre "Adiós Batata" e hizo parte del Afro-Colombian Sound Modernizers , un compilado de la agrupación caribeña realizado ese mismo año por Lucas Silva, cabeza de Palenque Records y uno de los guardianes de las joyas musicales del Caribe profundo.
Hoy, 12 años después de su partida, uno más de estos homenajes póstumos llega de la mano del dub master criollo Cerrero quien a través de la alianza entre Palenque Records con Llorona Records, dos de las grandes casas del sonido independiente nacional, se juntó con El León Pardo trompetista venenoso de bandas como Velandia y La Tigra y Ondatrópica, el guitarrista Franklin Montaño y el bajista Peke Bass, para reimaginar el legado de Batata utilizando las grabaciones originales de la banda y reconstruyendo la voz de Justo Valdéz en reverberaciones místicas que se funden con el aura brillante de la trompeta, creando un viaje de casi siete minutos absolutamente gozador y elevado. Según Cerrero "el resultado es un himno del afrobeat criollo, la primera pieza del tributo de Llorona Records a Son Palenque y Palenque Records", abriendo la puerta a nuevas reversiones y dub mixes que sirvan como excusa para retomar estos clásicos y llevarlos a los oídos de un nuevo público.
Pueden comprar "Adios Batata" de Son Palenque feat el León Pardo (Cerrero dub mix) a través de Palenque Records y Llorona Records y escucharlo aquí abajo:
*** Llorona Records va a presentar un showcase imperdible en el marco de Bogotá Music Market el próximo 13 de septiembre. Más info por acá.